Dios nos ama tanto que dió a Jesús por nosotros para que tomando nuestro lugar el llevara en la cruz nuestro castigo y la ira de Dios, por eso Dios no se enoja con nosotros.

Jesús hizo posible que seamos la justicia de Dios, gracias a lo que El hizo en la cruz llevo todo nuestros pecados y nos dió su justicia.

Entender correctamente la justicia se Dios es saber que somos justos gracias al perfecto hacer de Jesús y no por nuestras obra

Empieza reconociendo el su presencia que ya está en ti dando gracias en todo y por todo.

La victoria se manifiesta en la vida de los creyentes cuando magnifican a Jesús y su obra de redención. Muchos creen que la mejor guerra es reprendiendo al diablo pero es exaltando a Jesús.

El evangelio es Jesús y lo que hizo en la cruz, esa obra perfecta nos permite disfrutar de la salud y de la provisión solo mirando a lo que El hizo. por nosotros, estas son buenas noticias

La presencia de Dios en nosotros nos impregna de tal manera que toda su majestuosidad y belleza se podrán reflejar a los demás a través de nosotros.

Al incluir a Jesús en cada momento y situación nos producirse dulzura y paz para disfrutar la vida.

Ahora bajo el nuevo pacto que Jesús vino a poner en vigor gracias a su sacrificio en la cruz, nos dió la presencia de Dios quitando nuestros pecados para que Dios no nos deje ni nos abandone.

Hay mucha diferencia entre estos dos conceptos. Anhelar el favor de Dios es depender de lo que Jesús ya hizo por nosotros y el favoritismos es recurrir a prácticas de adulación y manipulación para lograr algo.