“The Bear” es una serie que sigue a Carmen "Carmy" Berzatto, un joven chef del mundo de la alta cocina que se ve forzado a regresar a Chicago para dirigir el restaurante de sándwiches de su familia tras una tragedia. Es una exploración cruda, intensa y a menudo caótica de la industria restaurantera, las personas que la hacen funcionar y el arte de cocinar bajo presión.
Hasta ahora, The Bear nos ha entregado tres temporadas, cada una con un tema y sabor único. La primera temporada nos presenta la lucha por salvar un restaurante en quiebra, al borde del colapso bajo el peso de las deudas, las prácticas obsoletas y los traumas personales. Todo se trata de volver a encaminar la cocina y aprender a sobrevivir en el mundo de los pequeños negocios de alto riesgo. La segunda temporada cambia su enfoque hacia una exploración del servicio como una virtud, no solo en el sentido culinario, sino también en lo que significa servir a los demás como equipo, y a encontrarle un sentido a la vida en el alimentar a otros.
Y ahora, la tercera temporada parece cerrar un círculo, y prepararnos para el final. El tema de la ultima temporada parece conectar de nuevo con el primer episodio, donde Carmy deja atrás el prestigio de un restaurante con estrella Michelin para salvar The Bear, solo para obsesionarse ahora en transformar el propio The Bear en un contendiente para una estrella Michelin. Es un giro casi tragico que cuestiona si la búsqueda de la perfección vale la pena y qué se necesita para que un restaurante, y las personas que lo habitan, realmente prosperen.
En este episodio vamos a desmenuzar el caos culinario, los arcos de los personajes y la increíble narrativa de The Bear para tratar de solucionar una de las preguntas filosoficas que no han dejado nunca de perseguir al sentido del gusto: Puede, o no, considerarse a la cocina como un medio apto de convertirse en un arte bello? La tercera temporada de the Bear no solo ataca esta pregunta, sino que nos abre una mas: si consideramos la naturaleza social, comunitaria y casi sagrada de la cocina y la comida, y observamos todo lo que de ella se tiene que sacrificar para elevarla al estatus de “arte”, quiza lo que debambos cuestionar es si DEBERIAMOS intentarlo.
Para hablar de The Bear, de Carmy y de su relacion super toxica con su primo Richie, nos acompaña Ricardo Franco, tambien conocido como Piki, restaurantero de toda la vida y, según su papa, mariguano luchón.