Anastazia Teresa Banaszak, investigadora del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, ha sido testigo de una de las mayores extinciones de la actualidad: la de los corales. Por cuestiones asociadas al cambio climático y el turismo masivo han muerto en el último lustro más del 40% de corales en el Sistema Arrecifal Mesoamericano, que se extiende desde México hasta Honduras. Ella intenta evitar esa catástrofe: extrae del mar los genes de varias especies de coral a punto de desaparecer para siempre, con el objetivo de criogenizarlos en una pequeña bóveda ubicada en Puerto Morelos, en espera de un mundo mejor, donde la ebullición global disminuya, la temperatura del mar baje; en el que se encuentren mejores condiciones para la supervivencia de los arrecifes, que son refugio para nada más y nada menos que 3 de cada 10 especies marinas.