¿Con quién te relacionás cuando te relacionás?
¿Te has hecho esta pregunta que, a simple vista, parece tan obvia?
Parece que con un/a otro/a aparente, pero lo misterioso es que no. Nos relacionamos con la Unidad en nosotros primero, y luego reflejamos esa Unidad en el resto de nuestras relaciones.
Esa Unidad nos nutre con el recuerdo de la verdad, nos recuerda nuestra inocencia. Y desde ahí, podemos verla en los demás.
Esa Unidad nos mira con amor, y con ese mismo amor, podemos mirar a los demás.
Esa Unidad nos habla de que no somos culpables de nada, y es así como podemos reconocer que los demás no son culpables.
Nos habla también de la verdad, y la reconocemos en todo lo que nos rodea.
Es una práctica, la práctica de cultivar la conexión perfecta con el Dios que vive en cada uno de nosotros/as por igual, y luego salir a recordarlo en cada una de nuestras relaciones en 3D.
Parece un juego que consta de descubrir que somos amor poniéndolo en práctica.
Hermoso juego que nos da paz, según lo que vengo experimentando...
Y desde ahí, construimos relaciones auténticas.
¿Por qué? Porque cultivar esa conexión con nuestro Ser, con esa divinidad en nosotros, hace que el miedo vaya "menguando"
Y el miedo es lo que hoy no nos permite Ser auténticos.
Nos seguiremos acompañando!