No ha servido de nada, queridos oyentes, que en el congreso de los diputados se pueda hablar vascuence y sea traducido de forma simultánea para que Pachi Lopez entienda lo que dicen, no ha servido de nada, porque los diputados del partido nacionalista vasco, tan conservadores, tan gente de orden, tan burgueses en sus hechuras corporales, bendecidos y santiguados hasta el éxtasis, hijos políticos de aquel racista llamado Arana, se niegan a asistir a la jura constitucional de la princesa de Asturias,
Con lo que les gustan a ellos las ceremonias, esta se la van a perder para quedar bien ante unos votantes que no saben si darle el voto a los secuestradores de Bildu o a la rancia tropa de los batzokis. La del PNV es una postura estética, un mohín, una actitud fea, pero es que el feísmo también es una cuestión estética. Quieren ser un poco como Bildu, pero sin llegar a serlo, hacer la puta y la ramoneta, que diría Jordi Pujol, ladrón primero de España. El PNV está jugando a Bildu y un poco al aspaviento, pero no va con su estilo. Si fueran de verdad radicales se plantarían en el Congreso y le montarían a la pricnesa un pollo como el que organizó Herri Batasuna en la casa de Juntas de Gernika al rey de España.