Hermanos en Cristo, a veces nos sentimos como Miqueas, quien perdió su oportunidad de ser profeta en la corte del rey David. En 1 Samuel 28:6, Miqueas fue rechazado por el rey, y se sintió frustrado y desanimado. Así también nosotros, cuando sentimos que perdemos una oportunidad, podemos sentirnos desalentados y cuestionar la voluntad de Dios.
Pero debemos recordar que Dios tiene un plan perfecto para nuestra vida. En Romanos 8:28, se nos dice que "Dios obra todas las cosas para bien de aquellos que lo aman". Aunque no entendamos por qué ciertas puertas se cierran, debemos confiar en que Dios tiene algo mejor para nosotros. No debemos preocuparnos por lo que parece perdido, porque Dios tiene el control de todo.
La historia de Miqueas nos enseña que la obediencia a Dios es más importante que nuestras propias ambiciones. En 1 Samuel 28:7-25, Miqueas se sometió a la voluntad de Dios y profetizó la verdad, aunque eso significara rechazo y oposición. Así también nosotros, debemos estar dispuestos a seguir la voluntad de Dios, aunque no sea fácil.
No debemos preocuparnos por las oportunidades perdidas, porque Dios tiene un plan de prosperidad y éxito para nosotros. En Jeremías 29:11, se nos dice que "Dios tiene planes de bienestar y no de mal para nosotros". Confíen en que Dios tiene el control y que Él les dará nuevas oportunidades y bendiciones en su debido tiempo. Hermanos, no se desanimen, porque Dios es fiel y siempre cumple sus promesas.