El anhelo de la creación de Dios es que todos los seres humanos
conozcan su amor y se reconcilien con Él.
Desea que vivamos en armonía con Él y con la naturaleza.
Quiere que disfrutemos de una relación íntima y personal con Él.
Anhela que seamos transformados por su amor y gracia.
Y que reflejemos su gloria en el mundo.
Dios anhela que su creación sea restaurada a su estado original,
libre de pecado y corrupción.
Quiere que la humanidad sea renovada en su imagen y semejanza.
Desea que vivamos en justicia, paz y armonía.
Anhela que la creación entera sea liberada de la esclavitud del pecado.
Y que se una en alabanza a su majestad.
El anhelo de Dios es que su amor y gracia sean conocidos por todos,
y que todos tengan la oportunidad de aceptar su salvación.
Quiere que su Espíritu Santo habite en nosotros y nos guíe.
Desea que seamos llenos de frutos del Espíritu y que vivamos con propósito.
Anhela que seamos sal y luz en el mundo.
Y que seamos testigos de su amor y poder.
Dios anhela que su creación sea un reflejo de su gloria y majestad,
y que todos los seres humanos se unan en adoración a Él.
Quiere que la creación entera sea un canto de alabanza a su nombre.
Desea que su amor y bondad sean conocidos por todas las naciones.
Anhela que su reino sea establecido en la tierra.
Y que su voluntad sea hecha en la tierra como en el cielo.