¿Qué ha aprendido la humanidad de la pandemia? Parece que no mucho. A lo largo de esta crisis de salud, el egoísmo y el oportunismo político crearon divisiones en donde debió haber habido solidaridad, denuncias y ataques en lugar de apoyo y trabajo compartido. Desde el año pasado, Tedrós Adhanom Ghebreyesus, secretario general de la Organización Mundial de la Salud, no ha dejado de insistir en que el “nacionalismo de la vacunación” (que los países ricos traten de sobreproteger a su población mientras los pobres carecen de vacunas) es muy peligroso para todos porque, en donde hay grupos humanos vulnerables, el virus se reproduce y genera mutaciones peligrosas, potencialmente capaces de superar las mejores defensas. No lo escucharon. Y ahora de Africa, la siempre ignorada, parece provenir la nueva variantes ómicron y podrían llegar otras más.