
Sign up to save your podcasts
Or
Este miércoles 30 de abril se cumplieron los primeros cien días desde que Donald Trump volvió a la Casa Blanca, desencadenando una serie de eventos que sacudieron el frágil equilibrio mundial y la vida de millones de personas. En RFI analizamos este período crucial, marcado por una estrategia del caos, cuya onda de choque se siente tanto en el orden mundial como en el corazón de la nación estadounidense.
Cada nuevo día desde el 20 de enero pasado ha sido una oportunidad para Donald Trump de poner en marcha su estrategia del caos, que se ha manifiestado en múltiples frentes. Su guerra comercial, su política de expulsiones, su diplomacia agresiva y su pulso con la justicia han dejado al planeta boquiabierto.
Uno de los frentes donde esta estrategia se manifiesta con mayor crudeza es en la política migratoria y en la situación de la frontera sur. Nuestra enviada especial, Natalia Olivares, se encuentra en El Paso, Texas, una ciudad que teme un "efecto dominó" tras los recortes federales y los despidos decidios por el Departamento de Eficiencia - el DOGE - dirigido por Elon Musk.
Pero la ironía de esta situación es que estos recortes también afecten a los que trabajan en el sector de la lucha contra la inmigración, el "caballo de batalla" de la propia Casa Blanca.
Leer tambiénRFI en Texas: ex agente del Servicio de Inmigración revela cómo se deporta a los migrantes
Pero la "estrategia del caos" no se limita a la migración. Otro de los ejes ha sido la guerra comercial, con los aranceles que hemos visto imponer a productos de México, Canadá, Europa. Particularmente llamativo es el aumento al 145% de los aranceles sobre productos chinos.
"La incertidumbre favorece a los inversores asiáticos" en fin de cuentas, comenta a RFI el director de la Cámara de Comercio de Ciudad Juárez, considerando que desde el inicio de su nuevo mandato ha sido "casi imposible planear un día para el otro".
La Casa Blanca ha citado a un economista en particular par dar base a esta política comercial. Estrevistamos también al catalán Pau Pujolas, profesor de la Universidad Mac Master, quien asegura que sus argumentos han sido como mínimo malinterpretados. El profesor Pujolas se mostraba sorprendido al ver que se utilizaba su trabajo de esta manera, cuando su artículo lo que hacía era poner una "alarma": que los déficits comerciales "pueden catalizar una guerra comercial", pero no justificaba en absoluto "unos aranceles enormes".
Leer también'Entendieron todo lo contrario', dice a RFI el economista español que Trump cita para justificar sus aranceles
El mundo académico también está en la mira de Donald Trump, en su batalla contra los movimientos progresistas en las universidades, incluyendo manifestaciones propalestinas o programas de diversidad.
Esto ha generado un clima de "autocensura" y una especie de "repliegue por temor", que afecta a estudiantes y académicos que además se sienten "acosados por su origen étnico o su activismo político". Un profesor de la Universidad de Dallas le comentaba a Natalia Olivares que la ley, incluso, "prohíbe a las universidades de ser inclusivas y de promover la diversidad", aunque todavía "no prohíbe hablar de esos temas".
Leer tambiénLas universidades de Texas, entre el miedo y la resistencia a la injerencia de Donald Trump
El Ejecutivo "no esconde su hostilidad hacia la rama judicial". Al convertirse en presidente, Trump se libró de sus numerosos juicios pendientes. Ahora ha llamado a destituir a los jueces que declaran ilegales sus políticas o intentan frenarlas.
Rafael Peñalver, abogado constitucionalista en Florida y Washington, describe esta situación como una "declaración de guerra total", una "imposición del ejecutivo" que busca "tratar de poner todo el poder del gobierno en manos de Donald Trump". Aunque cuenta con una "mayoría 'conservadora'", poniendo énfasis en las comillas, en la Corte Suprema, Peña Alvárez considera que el procedimiento es "totalmente totalitario" y amparado por la "inmunidad presidencial en todos sus actos oficiales".
Estos cien días han sido un verdadero "terremoto" para la democracia estadounidense. La administración Trump seguirá poniendo a prueba la solidez de sus instituciones.
Este miércoles 30 de abril se cumplieron los primeros cien días desde que Donald Trump volvió a la Casa Blanca, desencadenando una serie de eventos que sacudieron el frágil equilibrio mundial y la vida de millones de personas. En RFI analizamos este período crucial, marcado por una estrategia del caos, cuya onda de choque se siente tanto en el orden mundial como en el corazón de la nación estadounidense.
Cada nuevo día desde el 20 de enero pasado ha sido una oportunidad para Donald Trump de poner en marcha su estrategia del caos, que se ha manifiestado en múltiples frentes. Su guerra comercial, su política de expulsiones, su diplomacia agresiva y su pulso con la justicia han dejado al planeta boquiabierto.
Uno de los frentes donde esta estrategia se manifiesta con mayor crudeza es en la política migratoria y en la situación de la frontera sur. Nuestra enviada especial, Natalia Olivares, se encuentra en El Paso, Texas, una ciudad que teme un "efecto dominó" tras los recortes federales y los despidos decidios por el Departamento de Eficiencia - el DOGE - dirigido por Elon Musk.
Pero la ironía de esta situación es que estos recortes también afecten a los que trabajan en el sector de la lucha contra la inmigración, el "caballo de batalla" de la propia Casa Blanca.
Leer tambiénRFI en Texas: ex agente del Servicio de Inmigración revela cómo se deporta a los migrantes
Pero la "estrategia del caos" no se limita a la migración. Otro de los ejes ha sido la guerra comercial, con los aranceles que hemos visto imponer a productos de México, Canadá, Europa. Particularmente llamativo es el aumento al 145% de los aranceles sobre productos chinos.
"La incertidumbre favorece a los inversores asiáticos" en fin de cuentas, comenta a RFI el director de la Cámara de Comercio de Ciudad Juárez, considerando que desde el inicio de su nuevo mandato ha sido "casi imposible planear un día para el otro".
La Casa Blanca ha citado a un economista en particular par dar base a esta política comercial. Estrevistamos también al catalán Pau Pujolas, profesor de la Universidad Mac Master, quien asegura que sus argumentos han sido como mínimo malinterpretados. El profesor Pujolas se mostraba sorprendido al ver que se utilizaba su trabajo de esta manera, cuando su artículo lo que hacía era poner una "alarma": que los déficits comerciales "pueden catalizar una guerra comercial", pero no justificaba en absoluto "unos aranceles enormes".
Leer también'Entendieron todo lo contrario', dice a RFI el economista español que Trump cita para justificar sus aranceles
El mundo académico también está en la mira de Donald Trump, en su batalla contra los movimientos progresistas en las universidades, incluyendo manifestaciones propalestinas o programas de diversidad.
Esto ha generado un clima de "autocensura" y una especie de "repliegue por temor", que afecta a estudiantes y académicos que además se sienten "acosados por su origen étnico o su activismo político". Un profesor de la Universidad de Dallas le comentaba a Natalia Olivares que la ley, incluso, "prohíbe a las universidades de ser inclusivas y de promover la diversidad", aunque todavía "no prohíbe hablar de esos temas".
Leer tambiénLas universidades de Texas, entre el miedo y la resistencia a la injerencia de Donald Trump
El Ejecutivo "no esconde su hostilidad hacia la rama judicial". Al convertirse en presidente, Trump se libró de sus numerosos juicios pendientes. Ahora ha llamado a destituir a los jueces que declaran ilegales sus políticas o intentan frenarlas.
Rafael Peñalver, abogado constitucionalista en Florida y Washington, describe esta situación como una "declaración de guerra total", una "imposición del ejecutivo" que busca "tratar de poner todo el poder del gobierno en manos de Donald Trump". Aunque cuenta con una "mayoría 'conservadora'", poniendo énfasis en las comillas, en la Corte Suprema, Peña Alvárez considera que el procedimiento es "totalmente totalitario" y amparado por la "inmunidad presidencial en todos sus actos oficiales".
Estos cien días han sido un verdadero "terremoto" para la democracia estadounidense. La administración Trump seguirá poniendo a prueba la solidez de sus instituciones.