Estamos a un año de la presidencial en Colombia, pero la puja ha comenzado mucho antes. Doce meses para convencer a un electorado particularmente preocupado por su salud, su seguridad - Colombia atraviesa su peor crisis en una década por la violencia de los grupos armados - y por su bolsillo. Los y las candidatas tienen la ambición de suceder al primer presidente de la izquierda de la historia del país. Entre ellos, Carolina Corcho, exministra de Salud del gobierno Petro.
El Senado de Colombia acaba de rechazar una consulta popular impulsada por el presidente Petro para que la ciudadanía vote si acepta reformar el sistema laboral. Pero los legisladores aprobaron este miércoles volver a revisar el proyecto inicial de reforma al sistema laboral propuesto por el gobierno.
Hasta ahora la mayoría de las reformas del gobierno actual no han pasado el Senado, incluyendo la reforma del sistema de salud que promovía Carolina Corcho.
Para la doctora y también politóloga, este episodio evidencia una vez más la voluntad del Senado de bloquear el programa de reformas del gobierno actual. Sí se aprobó una reforma tributaria y pensional. Pero si no prospera la consulta popular y no se desbloquea la situación en el Senado, el candidato o la candidata que lleve los colores del Pacto histórico lo tendrá cuesta arriba en la presidencial del 2026.
Según la exministra, la clave es "el cabildo abierto". Una herramienta "constitucional" y también una movilización " a escala nacional" como recurso oficialista ante el bloqueo actual.
"El cabildo abierto es un mecanismo de participación ciudadana. La última vez que a nivel nacional se utilizó este mecanismo de participación ciudadana es cuando éramos colonia de España e íbamos a pasar la independencia y ahí se gritó 'Cabildo Abierto en Colombia' y fue un mecanismo de deliberación pública para lograr nuestra libertad. Unos 200 años después se está haciendo una convocatoria de cabildos que es legal y constitucional. No es ninguna invención del presidente", explica Corcho.
Una respuesta a la oposición, que sostiene que Gustavo Petro en realidad intenta así ganar electores para la izquierda con miras a las presidenciales de 2026, en las que por ley Petro no podrá buscar la reelección.
Carolina Corcho, al mando también de Corporación Sur, un pilar de la construcción de la hoja de ruta del gobierno actual, está en París tomando el pulso de los colombianos en Europa. Se estima que son 5 millones en el extranjero. Muchos de ellos en exilio para huir de la violencia, de la pobreza y de la persecución política.
Una de las promesas del gobierno de Gustavo Petro ha sido "la paz total", una negociación en simultáneo con todos los grupos armados. Pero el propio ministro de Interior ha confirmado que se están lejos del objetivo. La crisis reciente en el Catatumbo en donde miles de ciudadanos fueron desplazados por la violencia es un ejemplo contundente. De llegar, en 2026, a la función suprema, la también psiquiatra, no planea descartar la estrategia de "paz total", que debía completarse en un año.
"Si tú no negocias y tú no haces la paz con todos ellos, algunos bajo la figura de sometimiento a la justicia, porque son dos marcos jurídicos distintos. Una cosa es un diálogo con grupos que tienen reconocimiento político como el ELN y otra cosa son diálogos con grupos ligados al narcotráfico. Los unos los tienes que someter a la justicia con los otros, tienes que generar procesos de justicia transicional. Entonces, yo creo que es loable continuar esto. Obviamente en este momento hay una ruptura con el ELN porque no mostró una voluntad de paz", asegura Corcho.
"Más de 30.000 desplazados en el Catatumbo es inaceptable para el gobierno y para cualquier sociedad. Tienen que haber unas líneas muy claras para retomar una negociación con el ELN, que tienen que ver con el secuestro y con que se tienen que acoger a una justicia transicional porque no se pueden amnistiar crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad [siendo fieles] al bloque de constitucionalidad y al Estatuto de Roma", agrega.
Una postura delicada en un contexto de repunte de violencia de una intensidad que marca un real retroceso en una década. Sin embargo, Craolina Corcho afirma que "se dialoga con quienes tienen voluntad de diálogo" y se debe enfrentarse "militarmente con quienes no quieren el diálogo, obviamente en el marco de los derechos humanos, porque no estamos dispuestos a aceptar violaciones de los derechos humanos por parte de la fuerza pública. Pero no puede haber lugar vedado en el territorio nacional para el acceso a las fuerzas democráticas".
Tomando en cuenta estos parámetros y el auge de la derecha populista, no se puede excluir la presencia de un candidato en 2026 afín a la línea Bukele-Milei-Trump. Para que la izquierda en el gobierno colombiano no sea un paréntesis en la historia colombiana, Carolina Corcho cuenta con "una unión amplia" de su campo y una doble consulta abierta para llevar un solo o una sola candidata hasta mayo del 2026.
De ser esa candidata y de llegar a la Casa de Nariño, heredará de la política exterior del presidente Petro: Colombia se acaba de unir a la ruta de la seda China. Esto tendrá como efecto la reducción del déficit comercial con China pero seguramente tensará las relaciones con Estados Unidos.
"La decisión del presidente es que Colombia tiene que abrirse al mundo. El socio comercial con el cual moviliza una economía el 25%, pues ya no puede ser el único socio. Hay que abrir unas relaciones de diálogo de tú a tú, de intercambio de saberes culturales y comerciales con la Unión Europea, con África, con China. Se van a mantener las relaciones con los Estados Unidos, pero ya evidentemente no será el único actor o el actor que domine la política internacional colombiana", estima Carolina Corcho.
#EscalaenParís también está en redes sociales
Un programa coordinado por Julia Courtois, realizado por Souheil Khedir y Jérémy Bouché.