En Etiopía se encuentran algunos de los asentamientos más antiguos del mundo. Antiguo hogar tanto para los judíos como para los musulmanes, Etiopía es también la segunda nación cristiana más antigua. Y en la antigüedad los cristianos, si querían seguir con vida, solo podían practicar su religión bajo tierra.
Las aisladas iglesias de Etiopía, situadas en lugares subterráneos o en remotas cuevas colgadas de las laderas, permitieron al cristianismo evolucionar aquí de forma diferente al resto del mundo.
Desde las tumbas de emperadores desaparecidos y las catedrales subterráneas, al palacio de la Reina de Saba y el posible punto donde se encuentra el Arca de la Alianza, las pistas de las leyendas y las tribus perdidas de Etiopía se encuentran desperdigadas aquí mismo… bajo el suelo de África.