Finalmente la Contraloría objetó la adquisición de la Clínica Sierra Bella a manos del municipio de Santiago y nuevamente se llegó al consenso de que el valor de la compra superó con creces al que fue originalmente establecido por las tasaciones. Un duro golpe para la administración de Irací Hassler ya que suponía el uso de recursos públicos y además en un contexto que se hace sumamente necesario para la comunidad como lo es la salud. Aquí un análisis de Nibaldo Mosciatti y Néstor Aburto, en Causa y Efecto.