Nos detenemos ante una puerta y le preguntamos por sus cosas, nos cuentan y nos cantan sobre cerrojos, aldabas, quicios y otros detalles de su anatomía.
Sacar de quicio o dar un aldabonazo, nos traen a la memoria lo presentes que están estos objetos en nuestra vida y en nuestro pensamientos. Clásicos musicales sirven de guarnición, o viceversa.