Los mejores libros de comunciacion política, hoy “Gestionar las emociones Politicas” de Antoni Gutierrez-Rubi
Seguramente esta producción se convertirá en los próximos años en una gran referencia, en esos libros que quedan ubicados en lugares estratégicos de nuestras bibliotecas.
Un antes y un después de su lectura. Hay momentos de quiebres en las profesiones y este es uno de esos cracks que devienen en nuevas formas, prácticas y lenguajes.
Estamos ante un gran llamado a la acción, el mundo atravesado por calamidades de injusticias sociales, ambientales y ahora sanitarias con pandemias pero también infodemias; momento de actuar, de conformar alianzas que pongan en cuestión las desigualdades pero haciéndolo desde una matriz comunicacional estructurada en valores, en emociones, en alegría, en esperanza.
La obra de Antoni Gutierrez-Rubí nos lleva a una profunda reflexión sobre la formas de la política y de la comunicación política, advirtiendo que hay una manera que ya no funciona, advirtiendo que las derechas han entendido esto más rápidamente y por eso logran resultados electorales impensados años atrás.
Ir derecho hacia la emoción, pues vivimos una emocracia, donde estados de ánimo, lo que transmite la comunicación no verbal, los cuerpos y sus movimientos y gestos, las empatías reales son las principales fuentes de movilización y adhesión social.
Respecto a los desafíos de la comunicación política el autor destaca “el humor social y la inflamación emocional de nuestras sociedades introducen serios retos para entender a nuestros electores. El malestar y la pulsión al castigo; el miedo y la reacción ultraconservadora: la ira y la demanda de venganza... son algunas de las nuevas emociones que los electores expresan enlodados en el desánimo y la desesperanza que los cambios acelerados provocan en sus vidas”. Las emociones permiten lo mejor y lo peor comprender sus miedos atender sus sensibilidades es la forma de interpelarlas.
Ante este escenario se recomienda construir una narrativa comunicacional que atienda los estados de ánimos y las sensibilidades de nuestras sociedades informacionales y digitales, paso imprescindible para poder conectar con audiencias y recuperar procesos de feeling y retroalimentación.
Finalmente queda destacar este llamado a la acción que realiza Antoni Gutierrez-Rubí “No propongo la trivialidad, en absoluto. Tampoco reivindico la superfialidad de la sonrisa hueca, del gesto artificial, de la pose previsible… reclamo una renovada mirada política y comunicativa a lo lúdico y festivo como la conexión emocional y ambiental de las fuerzas del cambio y del progreso”.