Como si fuera una reedición de la crisis del gas ocurrida en 2008, el suministro de gas natural para los hogares, comercios e industrias del Gran Concepción se mantiene en la incertidumbre, luego de que Argentina cortara hace una semana el envío de combustible a la Región del Bío Bío, y sin una fecha clara de reposición.

Este nuevo corte -común en invierno cuando sube el consumo interno trasandino pero inédito en verano- nuevamente demuestra la fragilidad del contrato entre ambos países, y la necesidad de encontrar una alternativa energética para la zona, como un gasoducto portuario, al que se oponen férreamente grupos ambientalistas. Sin embargo la mayor pregunta de todas es... ¿una crisis de esta envergadura se tomaría con tanta calma si la afectada fuera Santiago?