El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, ha disuelto el Parlamento e instaurado la "muerte cruzada", un proceso constitucional que acelera las elecciones generales. Esta maniobra se produce en medio de un juicio político por malversación de fondos públicos. Mientras tanto, el presidente estadounidense Joe Biden ha prometido apoyo al "proceso democrático" de Ecuador.

Lasso ha empleado la "muerte cruzada", un proceso que permite al jefe de estado disolver la Asamblea Nacional si percibe que está obstruyendo su gobierno, existen graves crisis políticas y conmociones internas, o el poder legislativo asume funciones que no le corresponden. Al disolver la Asamblea, también se acorta el periodo presidencial, desatando una compleja crisis política.

El Consejo Nacional Electoral (CNE) se prepara para organizar elecciones anticipadas, mientras Lasso gobierna por decreto. Los ciudadanos tienen la potestad de presentar una demanda contra el decreto del presidente ante la Corte Constitucional. La posición de Estados Unidos hacia Ecuador se mantiene "fuerte" pese a la crisis, y Biden ha ofrecido su apoyo a las instituciones y procesos democráticos del país.

Ahora, el país espera las próximas elecciones. Mientras tanto, Lasso tiene la capacidad de gobernar por decreto, sujeto a la aprobación de la Corte Constitucional. Sin embargo, la maniobra ha provocado tensiones, con la mayor organización indígena de Ecuador, la Conaie, calificándola de "dictadura". En el tenso clima político, el futuro de Ecuador se ve cada vez más incierto.















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