Finalizando la década del 50 el desarrollo alcanzado por la industria del disco independiente generó un panorama comercial cada vez más diverso, pródigo en nuevas etiquetas.
La variedad artística propuesta por la competencia hizo que los históricos sellos norteamericanos como RCA Victor, así como Panart, primer empeño disquero nacional fundado en 1944, perdieran su hegemonía teniendo que adecuar sus catálogos a las nuevas condiciones del mercado.
Momento favorable para intérpretes y agrupaciones al disponer de muchas más posibilidades de llegar al disco, ampliando de igual forma el alcance de sus grabaciones.
Desde 1956 hasta el año 1963, cuando la nueva política cultural coartó la industria del disco independiente, el Conjunto Casino efectuó numerosas grabaciones con etiquetas como RCA Victor, Gema, Ansonia, Castro Records, Rosell Records, Velvet y Maype, entre otras.
"Mambo Gallego" del percusionista boricua Tito Puente, corresponde al álbum "Que buena está la pachanga ", producido en 1960 por la etiqueta Velvet. El trompetista Jorge Varona, reclutado en su natal Camagüey por Roberto Espí, había debutado en marzo de 1959 en discos Ansonia.
El conjunto de Roberto Faz, fundado en enero de 1956, grabó sus primeros singles con la etiqueta Puchito. Aunque luego pasó al catálogo Panart, finalizando esa década también grabó con los sellos Rosy y Seeco.
De estas dos últimas etapas recordamos su versión del bolero de Enrique Hernández: "Mírame más" y el son montuno de Calixto Callava: "La tumba brava".
El trío mexicano "Los Panchos", fundado en la ciudad de Nueva York en 1944 por Chucho Navarro, Hernán Avilés y Alfredo Gil, efectuó presentaciones exitosas en La Habana entre 1949 y 1951.
Artistas exclusivos de la etiqueta norteamericana Columbia llevaron a los discos un buen número de guarachas, rumbas, sones y boleros. "Los Panchos", a lo cubano, le ponen música a este segmento del programa: "El guarapo y la melcocha", original de Miguel Alfonso Pozo, el célebre Clavelito, co autoría con Eduardo Saborit; "Me voy pal pueblo" del compositor cienfueguero Marcelino Guerra "Rapindey"; "Aquellos ojos verdes" de Nilo Menéndez y Adolfo Utrera, y del maestro Gonzalo Roig: "Quiéreme mucho".
El catálogo Víctor de mediados de los años 30 nos recuerda la era dorada del danzonete y a quien fuera entonces una de sus voces representativas: Fernando Collazo.
En 1929, cuando el músico matancero Aniceto Díaz puso en órbita el rítmico "danzonete", el juvenil cantante se convirtió en una de las figuras predilectas del nuevo género.
El 16 de octubre de 1939, en pleno éxito, Collazo se quitó la vida. Su misterioso suicidio provocó una gran conmoción, sobre todo entre el público femenino.
Afortunadamente le sobreviven estas grabaciones efectuadas en Nueva York en 1935 con la Orquesta del maestro Armando Valdespí.
Un continuador del estilo de Fernando Collazo fue Barbarito Diez.
La era dorada de la radio independiente trajo consigo, a partir de los años 40, infinidad de espacios dramatizados. Entre estos la temática de aventuras caló hondo en el gusto del público infantil.
"Los tres Villalobos", episodios radiofónicos originales del escritor Armando Couto, lanzados al éter en 1943 por las antenas de RHC Cadena Azul, casi diez años después, en el horario estelar de las doce del mediodía, mantenían su popularidad en los estudios de la CMQ RadioCentro.
En la despedida tres piezas para la memoria. La dramática banda sonora de las dictaduras en Cuba. La era del Machadato tuvo su punto más cruento entre 1931 y 1933.
"Lamento cubano' de Eliseo Grenet por Guillermo Portabales; el danzón "Masacre" del pianista Silvio Contreras por la Orquesta Romeu, y "Cincuenta pesos", guaracha de Gonzalo Roig, por Panchito Riset con el Cuarteto Caney.
Musica Popular Cubana permanentemente orbitando los estremecimientos de una isla que sigue soñando, a pesar de todo, con su verdadera independencia.
Cerramos en clave afro con las Hermanas Márquez.