Porque la palabra, en algún punto de la historia de la cultura occidental, se separó del cuerpo y empezó a hablarnos. Grávida de teoría, de razón, de lógica, fue reclutada por el Poder y adquirida por el Mercado. Y la sabiduría se refugió entre los hombres que no hablan tanto. Que la palabra lo puede ocultar todo, mientras el silencio nada... En medio de ciudadanos-robot charlatanes, nostalgia del silencio.