La primera vez que probé la leche sin lactosa me sorprendió su sabor dulce. “Pero vamos a ver”, me dije, “si a esta leche le han quitado la lactosa, que es un azúcar, ¿cómo es que sabe más dulce que la leche normal?”. La explicación es simple: Estrictamente, no se puede decir que a la leche sin lactosa le han extraído la lactosa. Para fabricar leche sin lactosa no se le quita nada a la leche, sino que se le añade algo. Como se puede comprobar leyendo la composición en el envase, la leche sin lactosa se hace añadiendo lactasa a la leche. La lactasa es una enzima, una proteína que descompone la lactosa por hidrólisis en sus dos monosacáridos constituyentes: la glucosa y la galactosa.