Hoy El Cronovisor hablaremos de una nueva forma de enfrentar los mismos retos.
En los últimos programas en los que hemos tratado la Arqueología, nos hemos acercado a la realidad de dos investigaciones de campo: Cerro Bilanero y Caraca.
En ambos casos pudimos comprobar las dificultades a las que se enfrentan los equipos de investigación para poder financiar las excavaciones.
Siempre que hablamos de Arqueología, automáticamente pensamos en la excavación en el campo, el pincel, el pico, el polvo, los cacharros rotos y algunos tópicos más.
También hemos podido comprobar en diferentes programas, que existen iniciativas diversas para acercar la información arqueológica de calidad al público mediante el uso de reconstrucciones, nuevas tecnologías o estudios de áreas específicas.
Hoy trataremos cómo es posible hacer Arqueología de calidad sin tener que pisar una excavación.
Al fin y al cabo, nos tenemos que plantear la siguiente pregunta: ¿Cuál es el objetivo de la Arqueología?.
En mi opinión, la labor más importante de esta disciplina, es ser capaz de hacer comprensibles los resultados de sus investigaciones al resto de la sociedad.
La Arqueología es un patrimonio común de todos nosotros que no ha de ser capitalizado por las élites académicas.
Afortunadamente, algunos investigadores de altísima cualificación comparten esta idea, y orientan sus esfuerzos profesionales, su inteligencia e ingenio a hacernos más accesibles y comprensibles estas cuestiones.
La irrupción de las nuevas tecnologías es absolutamente imparable. En muy poco tiempo hemos asimilado el uso de potentes terminales que nos acercan al mundo, y cualquier área de conocimiento al instante.
En este incesante bombardeo de contenidos, es muy fácil que la información de calidad se pierda difuminada en el ruido.
Cómo hacer que estos contenidos sean un referente de calidad y fidelicen a los usuarios es un reto complicado.
Prestigiar los contenidos como referenciales y fiables, conseguir un gran número de visitantes o generar una expectativa respecto a los contenidos presentados para los usuarios, es la clave.
En multitud de ocasiones se ha intentado hacer esto, pero últimamente las cosas están cambiando. Una nueva generación de profesionales altamente cualificados, que además pertenecen a una generación que entienden estos medios telemáticos como una extensión de ellos mismos, están dando la vuelta a la tortilla.
La Arqueología interesa, siempre lo ha hecho, pero ahora se ofrece información valiosa, de calidad y amparada por la empatía con el usuario, que los propios generadores de contenidos tienen.
Hoy descubriremos por uno de los referentes de esta nueva generación de arqueólogos cómo se hace esto.