El día de hoy, la ministra Camila Vallejo se encontraba en Rancagua repartiendo textos de la propuesta de nueva constitución. En un momento una señora que se encontraba sentada la comenzó a increpar, gritándole distintas cosas para finalmente arrojarle un vaso de café.

Afortunadamente no llegó a la ministra, pero constata un hecho de violencia hacia una autoridad. No es la primera vez que ocurre, semanas atrás el alcalde de La Florida recibió un escupitajo en la cara.

Hechos lamentables que dañan una convivencia democrática. Pero reflejan que cuando no hay espacio para expresar opiniones y se llega a una agresión, se está frente a algo como el deterioro del espacio público.