El Podcast de Daniel Retana

¿Estamos en una crisis social emocional? Parece ser más intangible que visible. Crece en los poros de nuestro interior. ¿Por qué cada vez más huimos de nosotros mismos y nos encerramos en vivir una vida aparentemente más feliz pero en el fondo hay soledad y aislamiento?

¿Eres perfeccionista o luchas con no sentirte suficiente? Acompáñame a explorar el mundo del perfeccionismo, donde daremos un paseo por la Ciudad del Orden, la Catedral de la Frustración, el Parque de la Ansiedad y el Cementerio de los Sueños. Encontraremos soluciones prácticas y verdades que nos permitirán escapar de este mundo insaciable de ídolos de perfección

Todas aquellas silenciosas prácticas que nos consumen en el día a día, adicciones o no, pero que nos drenan y nos quitan el verdadero contentamiento en la vida. Una lucha contra nosotros mismos que parece no tener fin. Estas dos historias tienen el objetivo de empoderarte y saber que el problema muchas veces no es el problema.

Me aislé por algunos meses para pensar y analizar algunas cosas y llegué a diez confesiones que quiero compartir en este episodio.

1- Admitir una enfermedad mental o un problema psicológico no nos hace hace ver torpes y débiles.

2- Actuar por impulsos mata a cualquier persona, incluso a los que parecen ser más sabios.

3- Está bien el decrecimiento, ¿quién dijo que siempre creceremos hacia arriba?

4- Si no te dispones a dejar entrar a las personas correctas en tu vida, dejarás entrar a las incorrectas sin darte cuenta.

5- Si te hacen daño, no hagas lo mismo, porque el dolor crecerá y no sanará.

6- Si quieres ser una buena pareja, no puedes pretender serlo con lo básico, tienes que dar una milla extra y trabajar en ti mismo

7- Si te mides por cómo te sientes, normalmente te sentirás como un fracasado.

8- Tu espiritualidad no la define tu postura religiosa.

9- Tus pensamientos pueden ser tus mejores aliados o tus peores enemigos.

10- Dejé de buscar la atención de otros y me sentí mal por un tiempo, pero al cabo de la libertad, nos sentimos más felices.

¿Nos afecta realmente lo que vivimos de niños, de adolescentes o en algún momento de nuestra infancia en la vida adulta? ¿Realmente podemos ser el reflejo de algo que vivimos y qué fue doloroso o traumático para nosotros? Muchas veces tratamos de huir del dolor, porque no queremos volver a sentir lo que vivimos en algún momento. No va a haber mayor sufrimiento que el de postergar una herida que no se ha tratado a tiempo. Es hora de sanar las heridas.

Nuestra cultura no promueve el volver a comenzar como algo que llame la atención, al contrario, se percibe como “un intento más”, “una dieta más”, “una relación más”, “una promesa más”. Por ende, volver a empezar se ha llegado a filtrar en nuestros repositorios mentales como algo negativo e incluso sabemos que aunque es el único camino para conseguir lo que deseamos, mostramos resistencia a la idea de volver a intentarlo una vez. ¿Son los demás o nosotros mismos los que saboteamos nuestros procesos de recuperación? Acompáñame en este espacio y date la oportunidad de volver a comenzar.

¿Por qué nos gusta la aprobación como seres humanos? ¿Por qué nos hacemos adictos a la aprobación? ¿Por qué necesitamos validación para trabajar bien? ¿Por qué necesitamos consultar nuestras decisiones antes de tomarlas? ¿Por qué nos sentimos mal si alguien no nos corresponde en el amor o nos valida a través de un like en nuestras redes sociales? Todos tenemos una necesidad básica de ser aprobados, pero algunas personas convierten esa necesidad en una adicción y no pueden dejar de pensar en lo que otros piensen de ellos. Acompáñame a liberarte de esa trampa en la que caemos muchas veces queriendo algo que parece ser que existe solo en el escenario de nuestra imaginación. 

Este año viví la depresión más fuerte de toda mi vida. En este episodio les cuento sobre la depresión sonriente y cómo podemos ocultar un episodio depresivo cuando todo alrededor pinta bien. Es importante saber que cualquier persona está propensa a deprimirse y que sin lugar a dudas, actuar a tiempo nos permite tener una mejor recuperación de estos cuadros que asaltan nuestra vida esporádicamente. No es solamente un episodio desde la óptica de un psicólogo, sino desde la óptica de un psicólogo que vivió una depresión grave, una mala medicación y un cristiano que vivió en carne propia la experiencia de estar sonriendo mientras la depresión se instalaba poco a poco en su interior. ¡Qué lo disfrutes!

¿Debemos hablar con una ex-pareja? ¿Tiene que haber distancia? ¿Existen las relaciones sanas después de haber atravesado una ruptura? ¿Por qué no puedo dejar de hablar con una ex-pareja? ¿Por qué una relación "casi algo" me afecta igual que una pareja formal? Si hay un tema altamente sensible y delicado es cuando hablamos de ex-parejas. Parece que el tiempo se detiene y se escucha un silencio sepulcral. Algunos no hablan de sus ex-parejas porque todavía genera algún tipo de afección, otros dicen que más bien deben vengarse por el daño que hicieron. Indistintamente si has tenido pocas, muchas o ninguna ex-pareja pasar por un proceso de entender cómo son las fases posteriores a una ruptura son necesarias para no ver las relaciones del pasado como una pérdida de tiempo, una calle llena de huecos o un momento oscuro de la memoria. 

Hay pensamientos invasores, intrusivos, necios, obsesivos que vienen a nuestra mente que parecen ser extraños e incluso nos hacen creer que podemos llegar a concretarlos. ¿Esos pensamientos son nuestros o provienen de otro sitio? Es importante trabajar en nuestra mente para que esas ideas no se enquisten por años e incluso nos hagan perder la paz interior. A veces queremos eliminarlos, pero cada vez se hacen más fuertes y nos llenamos de mucho miedo. No somos lo que pensamos, pero si somos lo que hacemos con nuestros pensamientos. Aprendamos a crear de la mente un lugar tranquilo en el que estos pensamientos sean visitantes que por sí solos abandonen nuestro lugar más preciado.