La historia de Rut.
Si bien la misericordia y la gracia son como dos hermanas, que se parecen mucho, pues tienen muchas características similares, sin embargo, no son lo mismo.
En la historia de Rut (y de Noemí) resaltan la misericordia y la gracia de Dios. Ambas mujeres experimentan la tragedia: de la felicidad de casarse y ser parte de un clan familiar (algo fundamental en aquella época), pasan a perderlo todo.
En medio de esta crisis Rut experimenta la misericordia, pues le permiten recoger las sobras de la cosecha, y estar con las criadas y ser tratada con bondad.
Pero Rut no solo recibió misericordia, recibió también Gracia. Porque la Misericordia tiene ciertos límites, pero la Gracia no. Y es la Gracia de Dios la que lo lleva a hacer obras de arte con nuestros desastres, y llevar nuestras vidas más allá de lo que podríamos imaginar. Y esto sucedió con Rut y Noemí.
Puedes confiar en las promesas de Dios. No te quedes en la desesperación ni en el abatimiento, o en la amargura. Haz como Rut, asume riesgos, toma la iniciativa y acércate a Dios, no sabes lo que su Gracia puede hacer en tu vida.