La encuesta de Ipsos para La Vanguardia revela un Parlamento catalán mucho más fragmentado con fuerte ascenso de Vox y Alianza Catalana. El PSC seguiría siendo la primera fuerza con 36 escaños (seis menos que en 2024), pero no lograría rentabilizar la presidencia de la Generalitat para construir mayorías estables en el Parlamento catalán.

El gran batacazo según la encuesta lo sufriría Junts, que caería de 35 a 21 diputados, mientras ERC subiría ligeramente hasta los 21 escaños. Esta redistribución evidencia la crisis del independentismo tradicional y la reconfiguración del mapa político catalán hacia posiciones más conservadoras y críticas con la inmigración.

La ultra catalanista Alianza Catalana pasaría de 2 a 19 escaños y Vox de 11 a 16, sumando juntos 35 representantes y consolidando un bloque de derecha conservadora de mucho peso. La encuesta muestra cómo el PP perdería dos escaños (quedando en 13), los comunes uno (quedando en 5) y la CUP mantendría sus 4 diputados.

Cataluña prácticamente ingobernable

Con este escenario, ninguna mayoría estable parece posible según la encuesta. El tripartito virtual de izquierdas (PSC, ERC y comunes) se quedaría en 62 diputados, por debajo de la mayoría absoluta (68), incluso sumando a la CUP solo llegarían a 66 escaños, insuficientes para gobernar.

Este auge del voto conservador responde principalmente a la movilización del electorado joven y la creciente preocupación por la inmigración, que ya es el tercer problema percibido en Cataluña junto con vivienda y política. La encuesta evidencia cómo estos temas están transformando el voto catalán hacia posiciones más restrictivas.

El sondeo dibuja una Cataluña prácticamente ingobernable donde las mayorías tradicionales se fragmentan. La crisis del independentismo coincide con el ascenso de fuerzas que priorizan temas como inmigración y seguridad, reflejando un cambio generacional en las prioridades políticas de los catalanes.