Cada arquetipo es un fragmento del ser, que complementa la feminidad; creamos pasiones únicas con porcentajes de todas las cualidades y hacemos única la creación de nuestra esencia.
Si aceptamos e integramos que podemos ser todas y aprendemos a usarlas a nuestro favor se vuelven aliadas para experimentar de una manera plena y segura nuestras vivencias.
Aquí te presento una descripción más detallada de algunos de estos arquetipos que representan lo que toda mujer contiene:
- La Madre: Representa la fertilidad, el cuidado, la protección y la nutrición.
- La Doncella: Simboliza la inocencia, la juventud, la belleza, la alegría y la apertura a la experiencia.
- La Cazadora: Representa la independencia, la fuerza, la autonomía y la habilidad de defenderse.
- La Sabia: Simboliza la sabiduría, el conocimiento, la reflexión y la búsqueda de la verdad.
- La Mística: Representa la conexión con lo sagrado, la espiritualidad y la intuición.
- La Reina: Simboliza el poder, la autoridad, la elegancia y la capacidad de liderazgo.
- La Amante: Representa la pasión, el amor, la sensualidad y la conexión emocional.
- La Guerrera: Representa la valentía, la resiliencia y la capacidad de luchar por sus ideales.
- La Anciana o bruja: Simboliza la sabiduría de la experiencia, la reflexión interior y la conexión con el ciclo de la vida.
Entender diferentes facetas de nuestra identidad femenina.
Reconocer patrones de comportamiento en nosotros mismos y en los demás.
Integrar diferentes aspectos de nuestra personalidad que pueden estar reprimidos.
Conectar con la sabiduría que cada arquetipo representa.
El ser bondadosa con una misma y con los otros nos permite descubrir aquello que ya tenemos y desarrollar aquello que embellece el alma
Todos los aspectos están sostenidos por mi alma, que sabe lo que necesito, a la cual escucho todos los días para mantenerme centrada en mí, reconociendo mi luz y mirando con bondad todas mis facetas humanas.