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Si has decidido vivir en salud divina, habrá ocasiones en las que tendrás que ser radical en cuanto a la Palabra de Dios se refiere. Habrá ocasiones en las que quizás te sientas tan enfermo que no será suficiente unos momentos en la Palabra y una oración rápida para recibir la sanidad.
Quiero explicarte, en términos muy prácticos, lo que yo haría en una situación como ésa.
Al despertar por la mañana, antes de hacer cualquier otra cosa, tomaría la Santa Cena del Señor, y diría: “Padre, dedico mi cuerpo todo el día de hoy al servicio de mi Señor Jesucristo. Recibo la sangre pura de Jesús derramada por mí en el Calvario”.
Luego pondría al diablo en su lugar, diciéndole: “Te reprendo, Satanás. Hoy no pondrás ninguna enfermedad ni padecimiento sobre mí. Por el poder de Jesús y mediante Su Espíritu, no haré caso de los síntomas ni de lo que mi cuerpo crea al respecto. Yo he vencido esta enfermedad porque mayor es el que está en mí que el que está en el mundo”.
Después, pasaría el resto del día agradeciendo a Dios por mi sanidad. Buscaría enseñanzas de audio o video que llenaran mi mente y mi espíritu con la Palabra ungida de Dios, y las escucharía durante el día. En la tarde, alabaría a Dios y tomaría otra vez la Santa Cena del Señor para recordar que la Sangre de Jesús está en mis venas, y que soy parte de la familia de Dios.
Tú no tienes que esperar hasta el segundo domingo de cada mes o cuando sea que tomes la Cena del Señor. Jesús simplemente dijo: «…hagan esto, cada vez que la beban, en mi memoria» (1 Corintios 11:25). Si estás enfrentando un ataque serio del diablo, necesitas recordar a Jesús todo el día y toda la noche. Necesitas meditar en Jesús hasta que los pensamientos del Señor saquen de tu mente los pensamientos de esa enfermedad.
Por la noche, antes de acostarme, tomaría una vez más la Santa Cena, y alabaría hasta dormirme. Si me despertara durante la noche, tomaría mi Biblia y leería todos los pasajes de sanidad, y haría que el diablo se lamentara de haberme despertado.
Cuando el diablo lance un ataque de gravedad contra tu cuerpo, no pierdas el tiempo. Toma la Palabra en serio y ponte bajo su cuidado constante, y ella cuidará muy bien de ti.
Lectura bíblica: Hebreos 4:9-16
© 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
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Si has decidido vivir en salud divina, habrá ocasiones en las que tendrás que ser radical en cuanto a la Palabra de Dios se refiere. Habrá ocasiones en las que quizás te sientas tan enfermo que no será suficiente unos momentos en la Palabra y una oración rápida para recibir la sanidad.
Quiero explicarte, en términos muy prácticos, lo que yo haría en una situación como ésa.
Al despertar por la mañana, antes de hacer cualquier otra cosa, tomaría la Santa Cena del Señor, y diría: “Padre, dedico mi cuerpo todo el día de hoy al servicio de mi Señor Jesucristo. Recibo la sangre pura de Jesús derramada por mí en el Calvario”.
Luego pondría al diablo en su lugar, diciéndole: “Te reprendo, Satanás. Hoy no pondrás ninguna enfermedad ni padecimiento sobre mí. Por el poder de Jesús y mediante Su Espíritu, no haré caso de los síntomas ni de lo que mi cuerpo crea al respecto. Yo he vencido esta enfermedad porque mayor es el que está en mí que el que está en el mundo”.
Después, pasaría el resto del día agradeciendo a Dios por mi sanidad. Buscaría enseñanzas de audio o video que llenaran mi mente y mi espíritu con la Palabra ungida de Dios, y las escucharía durante el día. En la tarde, alabaría a Dios y tomaría otra vez la Santa Cena del Señor para recordar que la Sangre de Jesús está en mis venas, y que soy parte de la familia de Dios.
Tú no tienes que esperar hasta el segundo domingo de cada mes o cuando sea que tomes la Cena del Señor. Jesús simplemente dijo: «…hagan esto, cada vez que la beban, en mi memoria» (1 Corintios 11:25). Si estás enfrentando un ataque serio del diablo, necesitas recordar a Jesús todo el día y toda la noche. Necesitas meditar en Jesús hasta que los pensamientos del Señor saquen de tu mente los pensamientos de esa enfermedad.
Por la noche, antes de acostarme, tomaría una vez más la Santa Cena, y alabaría hasta dormirme. Si me despertara durante la noche, tomaría mi Biblia y leería todos los pasajes de sanidad, y haría que el diablo se lamentara de haberme despertado.
Cuando el diablo lance un ataque de gravedad contra tu cuerpo, no pierdas el tiempo. Toma la Palabra en serio y ponte bajo su cuidado constante, y ella cuidará muy bien de ti.
Lectura bíblica: Hebreos 4:9-16
© 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
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