La bióloga argentina es una de las pioneras en las investigaciones sobre los disruptores endocrinos. Descubrió el nonilfenol en 1987 junto al también argentino Carlos Sonnenschein en la Universidad estadounidense de Tufts, en Boston. Trabaja entre Estados Unidos y París donde acaba de recibir la medalla al mérito Grand Vermeil de la Alcaldía parisina por sus aportaciones a la investigación sobre estas sustancias que alteran las hormonas y que estarían detrás de las principales patologías de los países desarrollados. Presenta en agosto en Argentina, el libro “La sociedad de las células” publicado por la Universidad de Buenos Aires.