¿Cuántas amigas tienes? ¿Te lo has preguntado?¿Qué es lo que más admiras de ellas?

Yo tengo muchas amigas y amigos, y cada uno tiene algo que lo hace especial en nuestra relación. Hemos vivido las verdes y las maduras, las buenas y las malas, y también las regulares. Por eso estamos ahí la una para la otra, incluso cuando nos pasamos meses sin llamarnos.

¿Cómo sientes la relación con tus amistades?¿Eres de las que pide lo que no entrega? ¿O eres la amiga GPS, que necesita saber todos los movimientos de la otra?

La verdad, no hay una fórmula exacta para tener una amistad sincera y duradera, siempre depende de las personas. Pero tengo algunos consejos que podrían servirte para conservar y extender esas relaciones hermosas que, al final, son para toda la vida.

Vamos, estamos juntas.

¿Sientes que desde pequeña te han preparado para ser madre? Sí, lo hacen desde que nos ponen una muñeca en los brazos. Sin embargo, pasan los años, las relaciones, los proyectos profesionales y a veces nunca llega el momento de la maternidad. Porque decidimos que no es nuestra prioridad. ¿Ese es tu caso?

Da igual, porque la maternidad es un tema que nos toca a todas las mujeres, incluso cuando decidimos no tener descendencia. Nos toca porque somos hijas, porque recibimos presión social al respecto, y porque para llegar a decidir si seremos madres o no, pasamos por muchos análisis.

Sea cual fuere tu posición, este episodio es para ti. Para que lo escuches y lo compartas. Así que estaremos conversando con una madre casi recién estrenada, la actriz cubana Rachel Cruz quien, además, comparte el rol de madre con su pareja.

¿Quieres conocer sobre las dudas, certezas, inseguridades, tormentos y límites en la crianza? Dale play y únete a la conversación. Porque siempre estamos juntas.

¿Has tenido que poner límites en alguna relación de amistad, de pareja, o familiar? Sí, yo sé que puede ser un poco complejo. Sobre todo porque cuando hablamos con sinceridad y vamos al grano, la otra persona puede ofenderse o sentirse agredida.

Por eso es que en este episodio quiero que le perdamos el miedo a decir que NO. Decir lo que no nos gusta, lo que no estamos dispuestas a permitirnos o permitir. Esa es una forma saludable de vivir nuestra vida y de relacionarnos con los demás.

Decir que NO está bien, siempre y cuando lo hagamos desde el respeto y, por supuesto, sin traspasar los límites ajenos.

¿Te has puesto a analizar cuáles son tus límites? Los físicos son fáciles de identificar: espacios personales, habitaciones, los territorios donde estamos a resguardo, seguras, y en paz…

Ya los límites emocionales son otra cosa. Para conocerlos, tenemos que esforzarnos un poco más, y analizar todo aquello que nos satisface, o que nos molesta. También lo que nos hace sentir plenas o aquello que nos duele. Por eso conocernos a nosotras mismas facilita la tarea.

Mientras más sabemos lo que no queremos consentir, más saludables, sinceras y completas serán nuestras formas de relacionarnos.

¿Estás lista para identificar tus límites? Dale play, que vamos juntas.

¿Has vivido el proceso de la emigración? Ya lo sabes: tiene muchas caras.

Por un lado, está lo bueno que puede ser el cambio y las expectativas que una se hace. Y por el otro, el temor a lo desconocido y al fracaso.

Sé que te identificas con los dilemas de una emigrante porque, si no lo eres tú, alguien que conoces sí anda lejos de su tierra. Por eso quiero que, cuando terminemos esta cita, te vayas con herramientas para manejar todos los sentimientos y situaciones que provoca la determinación de irse a otro país a comenzar una nueva vida.

Y que compartas con otras mujeres los tips que Mónica Pasqualotto, actriz, periodista y presentadora de televisión venezolana (residente en Miami por una década) nos cuenta sobre su proceso de adaptación a otro país.

Este es un tema doloroso, lo sé. Sobre todo, porque migrar no solo es tener un pasaporte, un boleto de avión y estar al otro lado de algún mar en unas horas.

Hay historias y caminos oscuros para llegar a una frontera. Y muchas mujeres violadas, lastimadas y violentadas durante estos trayectos.

Pero ya lo sabes: desde el inicio acordamos que iríamos a esos lugares de dolor juntas, para sanar juntas y luego seguir adelante.

Por eso, hermana, cuento contigo otra vez.

¿Qué piensas de la frase alentadora que nos decimos y nos dicen siempre? Tú puedes con todo.

Hermana, podemos con todo, sí; pero no con todo a la vez.

Para poder con todo, hay que establecer prioridades y organizar las tareas, metas y el tiempo. Cuídate para no caer en el burn out. Aprende a lidiar con la frustración. Trabaja en tu autosuficiencia física y emocional.

A mí, como a ti, me encanta poder con todo. Nada de medias tintas. Sin embargo, cada cosa tiene su momento y cada persona lleva su ritmo.

Créate un plan. Busca tus fortalezas. Alimenta tu autoestima. Imponte límites saludables…

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¿Del 1 al 10, cuán a gusto te sientes con tu cuerpo?

Yo te doy un 10. ¿Sabes por qué? Porque eres una mujer hermosa no solo por la forma en que luce tu imagen, sino por lo que has logrado, por quién eres y por cómo vibras.

Tu cuerpo es el recipiente de tu inteligencia, de tus competencias, de tus gustos, de tus sentimientos, de tu energía. ¿Que debes cuidarlo? Pues claro, pero también debes sentirte a gusto con él. Y saber que cada cuerpo es único y, por tanto, hermoso.

¿Has pensado que hasta las mujeres que nos muestran en los medios de comunicación como íconos de belleza llegan a sentirse feas alguna vez?

Imagina la decepción de las chicas bonitas que van a los concursos de belleza cuando las descalifican y les dicen, en su cara, que no cumplen con las medidas o los patrones estimados por el jurado.

¿Te has sentido cuestionada, burlada o maltratada por alguna característica que no cumple con la norma social asociada a la belleza? Alina Robert sí. Lo vivió dentro de Nuestra Belleza Latina y hoy nos cuenta su experiencia.

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¿A qué edad tuviste tu primera menstruación? ¿Tenías toda la información que necesitaste? ¿Cuántas veces te dieron ganas de no ir a la escuela porque tenías dolor de ovarios o por temor a mancharte en público?

Ese periodo mensual era una agonía para mí. Me sentía incómoda, y cuando lo mencionaba como justificación de mi malestar, los varones hacían gestos de asco.

¿Sabes por qué? Porque eso nos han enseñado sobre nuestra sangre menstrual: a tenerle asco.

Este proceso natural en el cuerpo femenino genera muchísimos prejuicios, tabúes y estereotipos.

¿Sabes que en algunos países a las mujeres y las niñas cuando menstrúan las dejan durmiendo fuera de casa, les impiden tocar los alimentos, incluso bañarse?

Nos han inculcado a no hablar de la menstruación, a callar sobre ella y mantenerla oculta, por eso hoy, vamos a descorrer las cortinas y compartir todo todo todo lo que nos pasa, nos preocupa y nos ocupa sobre nuestra menstruación y nuestros cuerpos.

Estamos Juntas, no lo olvides.

Notas del Episodio 

¿A qué edad tuviste tu primera menstruación? ¿Tenías toda la información que necesitaste? ¿Cuántas veces te dieron ganas de no ir a la escuela porque tenías dolor de ovarios o por temor a mancharte en público?

Ese periodo mensual era una agonía para mí. Me sentía incómoda, y cuando lo mencionaba como justificación de mi malestar, los varones hacían gestos de asco.

¿Sabes por qué? Porque eso nos han enseñado sobre nuestra sangre menstrual: a tenerle asco.

Este proceso natural en el cuerpo femenino genera muchísimos prejuicios, tabúes y estereotipos.

¿Sabes que en algunos países a las mujeres y las niñas cuando menstrúan las dejan durmiendo fuera de casa, les impiden tocar los alimentos, incluso bañarse?

Nos han inculcado a no hablar de la menstruación, a callar sobre ella y mantenerla oculta, por eso hoy, vamos a descorrer las cortinas y compartir todo todo todo lo que nos pasa, nos preocupa y nos ocupa sobre nuestra menstruación y nuestros cuerpos.

Estamos Juntas, no lo olvides.

“Yo no sé estar sola”. ¿Cuántas veces has escuchado esta frase? ¿O eres de quienes la dice a menudo? La verdad es que le tenemos mucho miedo a estar con nosotras mismas. Pero hay que vivirlo de vez en cuando.

Quiero que hablemos de la conexión que creamos con nuestro yo interior cuando decidimos pasa un tiempo en soledad. Porque tengo que dejarte algo claro: puedes estar rodeada de personas y sentirte sin la mínima compañía. Y esa situación tiene algunos mensajes que transmitirte.

¿Sientes que necesitas de alguien para vivir? Te propongo un ejercicio que te cambiará la vida. Presta atención a este episodio. Y, por favor, que esta escucha te traiga algunos minutos con una complicidad única: la nuestra. ¿Te atreves?

Este es mi primer episodio con una invitada. Por eso te imaginarás que esa persona que estrena mis entrevistas no podía ser otra mujer que mi madre. ¿Qué podría contarte de ella que no serás capaz de descubrir en los próximos minutos? Creo que muy poco: porque esa es mujer transparente y directa como ella sola.

Hace más de un año que no nos vemos. Y tal vez tu récord de tiempo sin estar con tu mamá sea mucho mayor. Pero yo vengo a decirte cómo esa conexión única sobrepasa para nosotras todas las distancias y los tiempos. Y claro (entre col y col) te contamos algunas historias que nos han marcado desde siempre.

Más allá del clásico “estoy bien”, “te quiero” o “¿qué hiciste hoy?”, mi madre y yo somos cómplices y guerreras para todas las batallas. Y la que vivimos ahora de la distancia es una de ellas. ¿Por qué es tan importante la comunicación madre e hija? ¿Qué no podemos dejar de decirnos para crear y fortalecer este lazo que no va de atar, sino de soltar?

Aquí va parte de mi historia. ¿Te animas a contarme algo de la tuya? Me encantaría que también te respondieras estas preguntas junto a nosotras y tu madre o hija. Dale play y siéntate a compartir nuestro momento especial.

Abrigar sentimientos negativos hacia alguien o algo solo puede hacerte daño a ti misma. Espero que lo sepas. Pero si aún no logras ponerlo en práctica, quédate por aquí porque este episodio te trae una cura para el alma: ¿practicamos juntas el perdón?

¿Quieres saber cómo superar los rencores, estar por encima de ese odio dañino que nos llega a veces y pasar por alto la tonta obsesión de la venganza? Te comparto una de las experiencias más transformadoras que he vivido. Porque nada te hace reinventarte tanto como respirar profundo, sacar lecciones de vida y sentir que tu espíritu es libre y puro sin importar lo que te intenten hacer.

¿Qué me hizo perdonar a una persona muy importante en mi vida? ¿Cómo manejé esa triste la situación y cuánto aprendí de lo que me ocurrió? De todo eso y más hablaremos en los próximos minutos. Y al final quiero hacerte una petición especial…