Al concluir este camino compartido durante el Mes de la Familia, es inevitable detenernos a contemplar lo vivido, lo aprendido y, sobre todo, lo que aún está por construir. Cada artículo, cada reflexión, cada palabra sembrada ha querido tocar el corazón de las familias, no desde la teoría, sino desde la realidad concreta y luminosa de quienes día a día se esfuerzan por amar, cuidar y permanecer unidos.