He estado con El fotógrafo en el coche y con su amigo Enol en un monte del centro de Asturias haciendo fotografía de cielo profundo, astrofotografía.
Era la primera vez y nunca pensé que la astrofotografía tendrá tanto de astro y tan poco de fotografía.
Aunque lo que se hace es fotografía, esta se obtiene con técnicas y tecnología que poco tiene que ver con lo que usamos los fotógrafos convencionales.
Lo mejor ha sido pasar una noche fría de enero en buena compañía y haber oído por primera vez conceptos que jamás hubiera imaginado en fotografía.

Como cada año, comenzamos el mismo, los españoles, haciendo todos algo a la vez. Y muchos fotógrafos nos ponemos las mochilas a la espalda en las primeras horas para hacer el primer amanecer, el primer atardecer, la primera foto, el primer podcast, estrenar localización. En fin, como si comenzáramos una vida nueva cada 1 de enero.
Yo me fui el día 2 a hacer la primera foto, estuve por primera vez en una localización de aves y he grabado este nuevo episodio del podcast, que es el primero del año.

Nos hemos ido al interior de los Picos de Europa a buscar las manadas de los rebecos que se juntan en las pocas zonas que hay libres de nieve, en las que crece la hierva y algún arbusto.
La nevada es considerable, de 2 a 2.5 metros de espesor por lo que hay que calzar las raquetas para buscar la manada a fotografiar. El paisaje es espectacular y nos tenemos que parar a recoger esa luz con el móvil, el angular lo hemos dejado en casa para aligerar.
Pronto encontramos al rebaño, esperamos un rato para darles confianza, y nos acercamos a la zona de ramoneo para llevarnos más de 3000 imágenes de ellos.

Ya ha caído la primera nevada de la temporada, que me pilló dentro de un hide en una sesión con paseriformes y pícidos y de donde salimos con las primeras estampas navideñas de esas ramas cargadas con nieve en forma de nata montada sobre un pastel.
Luego en casa, sigo practicando con las nuevas utilidades de Lightroom, que nos evitan en muchos casos acudir a Photoshop en el procesado sencillo de las fotos.
Esperemos que la nieve persista hasta la sesión de rebecos que tendré en Picos de Europa, que será tema para un próximo podcast.

Para los que no seáis del norte, a esgaya (se pronuncia "asgaya"), significa en abundancia. Pues eso es lo que he sufrido en mi día a día en las últimas semanas, y por eso ha habido un pequeño retraso en la publicación del podcast.
Primero, se han actualizado LR y PS, el primero muy jugosa y el segundo no tanto, salvo en su plugin cámara raw, que va de la mano de LR.
Días después salto en mis dos ordenadores la actualización de Windows 10 a w-11, en lo que no hay mucho nuevo, que no vaya más allá de un cambio en la interface. Creo que solo han cumplido el sueño de Satya Nadella de tener un Windows 7 estable.
Y también me he embarcado en la actualización de la web de una asociación de Amigos del Camino de Santiago, a la que pertenezco.
Dentro audio.

Estoy terminando las pruebas con el 100-500 de Canon Rf para quitar mis reticencias con la apertura 7.1 en 500 mm, porque al final no me he enterado que estaba trabajando con ese diafragma, ya que puedo trabajar con velocidades más cortas debido a la conjunción de los estabilizadores del objetivo y de la cámara.
Para finalizar, la visita inesperada de un compañero de afición, llegado desde Barcelona, me adentró en los hayedos para fotografiar el otoño y sus colores.

Estamos en el otoño y es época de bosques. Lo primero que ocurre en ellos es el celo del ciervo y con él la posibilidad de ver a los machos con más facilidad.
Estamos en la Cordillera Cantábrica y en ella no es fácil verles, hay que localizarles por la dirección de la que procedes los berreos e intentar fotografiar con grandes teleobjetivos o telescopios, dado que la orografía nos impide seguirles muy de cerca.
Luego vendrá el colorido de los árboles.

Gracias al tiempo libre que me proporcionan las vacaciones, me he puesto con el aprendizaje de revelar con Capture One, el que no sé si utilizaré, pero solo el mero hecho de conocerle, merece la pena.
Otra cosa que he observado en este fin de verano es la excesiva presión que ejercemos sobre el hábitat de la fauna silvestre con nuestras prácticas de ocio. He ido a fotografiar una especie y me encuentro con tres fotógrafos y tres vehículos de camping haciendo noche en las zonas de caza de esa especie.

El verano parece que es una buena época para hacer fotos, pero no es así exactamente, salvo que seas profesional. Una buena parte del verano está ocupada, para un aficionado, por sus vacaciones laborales y este periodo ha de dedicarse a la familia, a hacer cosas con la familia en horarios que la vida laboral no permite es resto del año y, salvo que la familia comparta afición, no es buena época para aportar al porfolio. Solo pequeños ratos de luna llena o de vía láctea, que solo ocupan dos o tres días al mes.
También destaco el más trabajo de DxO con los Nick Colection, a los que ha actualizado, pero solo a filtros que no usamos y por los que nos piden un dinero que no valen.

En estos días de verano que doy prioridad al revelado de la lunas llenas que he ido haciendo en lo que llevamos de año, me topo con una de tantas actualizaciones de la aplicación más amiga del fotógrafo: Photosohop.
Esta aplicación, igual que el resto de la familia Adobe, se actualiza cada pocas semanas, incluso días, y en una de esas actualizaciones no ha desaparecido una ventana acoplable dedicada ala color y llamada Temas de adobe Color, muy útil para el equilibrio tonal de las imágenes. Ahora hay que ir a una aplicación web para hacer los cálculos tonales.
Hace unos meses no dio la sustitución de cielos, que yo uso más para crear la máscara que para la sustitución, que si hago esta, es con un cielo de los que yo haya sacado.
Adobe nos da y nos quita, ¿Cómo un buen padre?. Pues no sabemos.