Desde hace muchos años atrás, los suelos y el agua están siendo contaminados haciendo que los alimentos (también los ecológicos) que nos llegan a nuestros platos estén cargados de metales pesados, pesticidas y demás tóxicos. Actualmente, da igual que uno sea crudivegano, vegetariano, paleo, macrobiótico, ortoréxico o de supermercado ya que todos estamos expuestos. Aquí no se libra ni el apuntador.