Ahora estamos familiarizados con los llamados 'arquetipos', ya que, si has ido alguna vez a un terapeuta para intentar arreglar tu cabecita, sabrás que existen los siguientes: el viejo sabio, el guerrero, el héroe, la niña o niño interior, la doncella, el demonio, la sombra…
Pues bien, yo acabo de incluir (inventar) uno más a la lista, uno al que he llamado 'contenedor familiar'.