Tú no eres tu marca. Y siempre me preguntan cómo separar entre persona y marca personal. La línea puede parecer fina, pero hay una forma de no cruzarla y te la cuento en este episodio.

Siempre que priorices la marca como cara de un negocio o de una organización, podrás diferenciar entre ella y tu persona sin problema. Es cuestión de mantener el foco en lo que tu marca brinda y en aquello en lo que te especializas, en vez de querer mostrar algo que estás viviendo y que poco tiene que ver con aquello que te impulsa a hacer lo que haces.

Cruzar la línea e impregnar tu marca de asuntos personales la pone en riesgo: deja de lado su propósito y a quien sirves para convertir la cara de tu negocio en herramienta de catarsis y declaratoria de auto-superación. Embarcar a tu audiencia en tu viaje de self-discovery sin su consentimiento no me parece justo. Imponerle tus propios cambios de vida por sobre lo que le venías ofreciendo puede resultar, incluso, poco ético.

Quise abordar este tema, pues veo cada vez más casos con pésimas consecuencias que podrían haberse evitado. Cuéntame qué te parece y si acaso te cuesta trazar la línea entre tu marca y tu persona.

Tomarse una pausa, lejos de lo que puede parecer, es de lo más productivo que hay, pues es en ese tiempo de aparente "no hacer nada" que las ideas y el conocimiento realmente decantan y se nos incorporan, ayudándonos a tomar mejores decisiones.

Y por mejores decisiones no me refiero a las que se toman rápidamente para seguir avanzando, sino aquellas que incomodan, pues implican cuestionarnos y asegurarnos de que lo que hagamos esté alineado con cómo queremos vivir.

Hace poco tuve la suerte de asistir a un Baño de Gong de la doctora Margarita Varela organizada por la marca uruguaya Margara Shaw. Luego de esa experiencia, gozamos de una charla de la filósofa y psicóloga Magdalena "Male" Reyes, quien habló de la importancia de hacer una pausa y de darnos tiempo para que las cosas decanten, para hacer propio el conocimiento.

No basta con comprender; tiene que decantar en el alma y ahí nos lo apropiamos. Hay que detenerse. Hay que estar tranquilo para asimilar. El tiempo es clave, dijo Reyes, quien agregó que no es por falta de tiempo que no lo hacemos: "Siempre tenemos tiempo. Mientras estamos vivos tenemos tiempo. El tema es cómo lo invertimos", remató.

Una de las cosas que trato de hacer es propiciar que mis hijos aprendan a no hacer nada, a descansar, a aburrirse incluso. No es fácil, pues hoy en día el discurso colectivo promueve la "productividad" del hacer, sin reparar en que el descanso y la pausa son necesarios para elegir de manera intencional y ser verdaderamente productivos. Al menos eso me parece mejor a mí que el hacer por hacer, sin que piensen por qué o para qué.

Escuchando a Male no pude dejar de pensar en mi amiga y también psicóloga Valentina Ferrario, que a menudo recomienda que dejemos que la información nos pase primero por el cuerpo para comprender qué nos produce. Recordé también las charlas y consejos de mi, psicóloga my dear friend, Flor Buil, que es psicóloga y coach y que tanto nos habla sobre lo necesario que es enfrentar la incomodidad de atrevernos a ver qué nos provocan las cosas para decidir desde nosotras y no desde la excusa de complacer o servir a otro.

Con lo mismo concluyó Magdalena Reyes su charla: Qué fácil puede parecer centrarse en cuidar a otros y qué difícil puede ser satisfacer las demandas propias, pues implica animarnos a verlas.

Te invito a que hagas una pausa y te regales ese acto de libertad que implica ELEGIR.

Cuéntame cómo te va.

Te comparto las webs de las mujeres que menciono aquí:

https://www.margarashaw.com

https://www.instagram.com/magdalenareyespuig/

https://www.valentinaferrario.com

https://www.florbuil.com

“¡Me copiaron! ¿Qué hago?” A menudo me llegan mensajes de emprendedores sobre la copia, preguntándome cómo evitarla, cómo batallarla, y hasta cómo vengarse. Y siempre digo lo mismo: vuelve a lo tuyo y mejóralo aún más.

Si bien hay veces en los que se puede recurrir a lo legal para combatir la copia, la mayoría de las veces, no.

Tenemos que entender que es parte de las reglas del juego cuando hacemos las cosas de manera diferente y, sobretodo, bien: nos querrán imitar. ¿Es injusto que algunos deban enfrentar mil obstáculos y que luego venga el resto sin que les cueste tanto? Puede ser, pero es parte del costo de abrir caminos y de generar cambios. Construir marcas con alma ayuda a convertir lo que ofreces en algo único e inimitable. Y en eso me enfoco siempre.

Si bien la competencia existe, mi foco está siempre puesto en la industria. Si haces las cosas bien, tu industria se eleva. Si muchos hacen las cosas bien, se eleva aún más y es un Win-Win. No es fácil. Claro que no. Sé que duele y mucho. Sé que da rabia, y mucha. Pero también sé lo importante que es mantener el foco en lo realmente importante: tu cliente. Y comunicarle cada vez mejor para que nadie pueda copiarte. ¿Qué dices?

La reinvención es parte de la transformación de una marca personal. Una vez que entendemos que la vida pasa con imprevistos, a pesar de todos los planes que tenemos, y que las posibilidades de elegir qué hacer y cómo son infinitas, aprendemos a disfrutarla de verdad.

Esta es una de las grandes lecciones que he aprendido de Marcela Duque, fundadora y Directora CreativA de Morada Matea, y que comparte en esta conversación.

Marce cree fervientemente que "el mundo puede ser mejor" y que podemos reinterpretarlo y darle nuevas formas. Es lo que hace desde su rol como abogada y desde Morada Matea, un universo que envuelve experiencias significativas en gift-boxes y que hoy está creciendo "fuera de la caja".

Te invito a prepararte algo rico para tomar y disfrutar de este viaje entre Colombia, Madrid, New York y México, lleno de historias, libros, sabores, aromas y de la aventura de aprender a vivir haciendo el mundo más lindo.

El mundo necesita más marcas con alma, sinceras, transparente. Pero eso no significa que sobre-expongas tu vida. La comunicación siempre implica un grado de edición, y más aún cuando hablamos de marcas, pues son la cara de negocios u organizaciones y lo que comunicamos es público. La autenticidad está lejos de revelar nuestra vida completa. Más aún cuando implica exponer aspectos propios y de otros que no vienen al caso o que no son parte de una comunicación de marca estratégica y a largo plazo. Son tantas las preguntas que me llegan sobre esto que quise abordarlo, pues reflexionar sobre qué quieres compartir, por qué y para qué, es necesario.

Hasta hace tres años, ni yo podía bien con mis números. Hacía lo mínimo e intenté tercerizarlo varias veces para poder desentenderme, incluso con estudios de mucho renombre, y fue un verdadero desastre.

Hace un par de años que trabajo con un estudio impecable que me mantiene al tanto de todo y està pendiente de que yo haga lo que debo hacer. Contraté a una especialista que me ayudó a organizarme un poco y a superar mi resistencia a nivel tal que hace un año tomé Libertad Financiera, el programa que mi amiga, aliada y compañera de Mastermind Lucciana Duarte.

Aprender de Lucci y trabajar bajo su guía marcó un antes y un después. Quiero que, si enfrentas resistencias y/o temores con respecto a los números, la escuches. Seguro te hará muy bien y esto se reflejará en los resultados de tu negocio. Ella le quita el dramatismo a lo contable; lo vuelve práctico y simple. Para ella, no tiene por qué existir el "No Puedo".

Los primeros dos años de un proceso de construcción de marca intencional y a conciencia son clave para definir una estrategia sólida de posicionamiento, definir bien a tu público objetivo y para ver si debes hacer ajustes. Hablo de lo que sucede una vez que lanzamos lo que tenemos para ofrecer y comenzamos a comunicarlo en redes sociales, en la web y/o a interactuar con clientes en puntos de venta físicos.

Lleva dos años de prueba y error conocer bien a la audiencia a la que estamos llegando y decidir si es la correcta o no; comprender si lo que ofrecemos funciona -tanto para ellos como para nosotros- y ver si debemos hacer cambios. Y para entender si nuestra comunicación: su lenguaje verbal, visual y el universo de marca que estamos construyendo como un todo, están funcionando como queremos.

Al final, la pregunta es siempre la misma: Tras dos años de trabajo, puedes mirar ese todo y contestar sinceramente si se siente como quieres que se sienta, o no.

Los principales errores de comunicación, marketing y diseño en una marca generalmente se deben a que no se toma en cuenta su esencia. Es uno de los problemas más comunes que he visto trabajando con marcas de todo tipo y tamaño. No sólo olvidan la esencia; muchas veces ni siquiera la conocen con claridad. Lo primero que hago, siempre, es sumergirme en ella para ver qué cobra sentido y qué es más bien un corto circuito. Gracias a la esencia es que una marca puede sobresalir y mostrarse única, interpretando tendencias y logrando gran claridad sobre qué abordar y cómo. Se reduce el riesgo de pasar de moda, de que te copien o hacer más de lo mismo. De no saber hacia dónde ir. En fin, para mí la Esencia es la gran guía en el camino de crear, construir y desarrollar marcas.

La edición es una parte clave en la Dirección Creativa con Alma y en la construcción de marca. Todo comunica. Y la magia está en los detalles. El desafío es lograr lo justo y necesario.

"Leer, leer, leer. Escribir, escribir, escribir. Corregir, corregir, corregir". Siempre me lo decía mi profesor de Redacción, Enrique Ramírez Capello. Alejandro Carreño, mi profesor de Semiología, profundizaba sobre la importancia de los elementos que se elegían a la hora de inspirarnos, de escribir, y los que finalmente quedaban en la pieza final.

Así es el diseño. Así es la construcción de marca. De eso se trata la Dirección Creativa y más aún si es con alma.

Es aprender a mirar; observar y analizar antes de plasmar. Es crear y animarse a llevarlo más allá, a través de los sentidos y sin perder de vista el mensaje que queremos transmitir.

 Y, sobretodo, es corregir, editar, elevar.

Ese es el camino.

Un camino que no termina nunca.

Siempre podemos ir más allá. Este es un episodio breve. Editado. Con un mensaje simple y potente. Para dejarte pensando en qué es lo que quieres transmitir y cómo.

En honor a Enrique Ramírez Capello (1943-2021)