Ha nadie especialmente a los cristianos nos gusta hablar del desierto, como un trato profundo que toca todas las fibras en el ser(espíritu, alma y cuerpo), hasta el punto de traer una fuerte tormenta que es capaz de debilitar nuestra fe,: Isaías 43:1-5“Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú......