Salmos 21:1-13 RVA2015:
¡Oh SEÑOR, el rey se alegra en tu poder! ¡Cuánto se goza en tu salvación! Le has concedido el deseo de su corazón y no le has negado la petición de sus labios. Selah
Le has salido al encuentro con las mejores bendiciones; corona de oro fino has puesto sobre su cabeza. Te pidió vida, y se la concediste; vida extensa, eternamente y para siempre. Gloria grande halla en tu liberación; honra y esplendor has puesto sobre él. Porque le has dado bendiciones para siempre y le has colmado con la alegría de tu rostro. Por eso el rey confía en el SEÑOR; por la misericordia del Altísimo no será removido.
Tu mano alcanzará a todos tus enemigos; tu diestra alcanzará a los que te aborrecen. Los pondrás como horno de fuego en el tiempo en que te presentes. El SEÑOR los destruirá en su furor, y el fuego los consumirá. Destruirás el fruto de ellos en la tierra; sus descendientes de entre los hijos del hombre. Porque se volvieron contra ti para hacerte daño; idearon maquinaciones pero no prevalecerán. En la cuerda de tu arco alistarás las flechas contra la cara de ellos; ciertamente les harás volver la espalda. ¡Enaltécete, oh SEÑOR, con tu poder! Cantaremos y alabaremos tu poderío.
Pienso que todos tenemos una actitud de rey. Muchos consideran que son poderosos por su forma de adquirir riquezas, otros por su intelecto y conocimiento en alguna o varias ciencias. Muchos tienen un talento que los hace sobresalir y dominar sobre muchos en el área de experiencia en que se destacan. En la tierra existen muchos 'reyes' que han construido su 'imperio' en su casa, comunidad y ciudad, siendo de gran influencia y han creado cierta fama a su alrededor. Muchos reyes son actores, modelos, empresarios, diseñadores, artistas, inversores, profesores, deportistas, etc. Aun algunos líderes religiosos han hecho crecer sus ministerios alrededor de la persona y no del Dios al cual profesan.
Este es un salmo de expresión de un rey que reconoció que todo su poderío, riquezas, y larga vida es concedido por el Señor y solamente por Su misericordia. Él estaba convencido de que había hallado la gracia divina porque era un gobernante exitoso.
Aquí es donde aplicamos la reflexión del día de hoy. A diferencia de muchos reyes que en la antigüedad se hacían más arrogantes a medida que sus reinos crecían, al punto de crear una imagen divina alrededor de ellos, obligando a sus súbditos a que los admiraran como un semi-dios, David doblegaba su orgullo para reconocer humildemente que todo lo que ha tenido proviene de Dios.
Reyes como Nabucodonosor y Dario tuvieron que aceptar que ellos no eran semi-dioses o seres divinos, pues los hijos De Dios como Daniel y sus amigos les dieron ejemplos claros de quién es el verdadero Dios, a quien ellos sirvieron y adoraron con todo su corazón, aun poniendo sus vidas en riesgo.
Actualmente, muchos que se autodenominaban reyes en el gremio en que se destacaban murieron en su altivez miserables, pues su fama y poder no les llenaba el vacío de su alma. Otros fracasaron y recordaron que no eran inmortales, y en su fracaso y caída reconocieron lo arrogantes que eran y lo equivocados que estaban. Muchos decidieron vivir vidas más modestas o siguieron creciendo sus imperios pero con una perspectiva más humana.
Espero que podamos hoy doblegar nuestras ínfulas de grandeza y crucificarlas para que el verdadero Rey reciba toda honra y alabanza; que cuando tengamos alguna victoria o logro a nivel personal o profesional, seamos lo suficientemente coherentes, maduros y humildes para atribuirle todo el honor y créditos a Aquel que te da las fuerzas, el conocimiento, la sabiduría, la prudencia y la destreza para que desarrolles esos dones, talentos y habilidades en el lugar de trabajo, estudio, tu empresa, profesión, etc. Cualquiera que sea el lugar donde te desempeñas, hazlo con integridad y con mucho esfuerzo como si todo dependiera de ti, pero confía que todo te...