El Ecuador está lleno de sapos que gobiernan y otros que pretenden seguir gobernando. A los primeros hay que sacarlos del trono y a los otros impedir que entren. El Ecuador hoy vive una crisis institucional seria. Desde la retaguardia Nebot dando recomendaciones. Cuando no ha podido siquiera democratizar su partido. Dejó tan abandonado a Guayaquil, que quebró su partido al municipio de Guayaquil. Por la mala elección de su candidato. Y Correa desde los extramuros, como cualquier prófugo, gritando lo que en economía debe hacerse, cuando la moratoria que él hizo en su momento. Definitivamente hizo que los puntos porcentuales Riesgo País se extremen a donde hoy tenemos. El Ecuador perdió la confianza debido a la moratoria y hoy de volver a una moratoria internacional el Ecuador perdería total credibilidad. Hasta el próximo encuentro.

Miren profundamente. O miremos profundamente. Los hambrientos tiemblan de gula al igual que los soberbios. Hoy el Ecuador vive una encrucijada de gente que quiere el poder por hambre, no para servirlo. Recordémonos cómo se pasaron bien elegidos los social cristianos y los correístas. Colucionando para manejar la justicia y resolver los problemas de sus líderes y malhechores. Por ende, comprende. El hambre es el que moviliza sus soberbias. El hambre por poder es el que ha regulado el poder dentro de este largo proceso de democracia. Y hoy más que nunca nos ha invadido en forma negativa. Hasta el próximo encuentro.

Arrastrar tristezas y pesimismos nos conduce seguramente a actos oscuros. El Ecuador de hoy tiene un grado de pesimismo demasiado alto. Se ha inmovilizado. El dolor, la tristeza, los temores, lo inmovilizan. La mejor llave aplicada por el narco terror y otro tipo de terrores: mantenernos encerrados. Por ende, es necesario una visión optimista, donde salgamos cada uno de nosotros al encuentro con la realidad. No nos podemos aislar porque le damos espacio, un espacio muy amplio, a aquellos que desean eso: someternos al miedo. Por eso, no dejemos que la tristeza ni el pesimismo venzan al país. La alegría y el optimismo deben ser los motores de nuestra vida social productiva. Hasta el próximo encuentro.

Cuidado con las emociones, producen profundas cegueras. Hoy en el Ecuador, demasiada emoción queriendo gobernar. Una gente que dice que no le peguen tan duro a los delincuentes, que los militares arrecian. Creo que más que nunca es importante la vitalización de una pedagogía del dolor. Donde la gente sepa y los delincuentes sepan, que así como ellos castigan a los ciudadanos violando sus derechos diarios, ellos hoy reciben un escarmiento popular, que el pueblo y los ciudadanos lo estamos viendo bien. Ya que es un escarmiento, no una violación a sus derechos. Hasta el próximo encuentro.

Remota y aparentemente apartada, la fe de los ecuatorianos en el futuro. ¿Y por qué no nos volvemos positivos y proactivos? En las crisis siempre hay oportunidades. Los jóvenes, los viejos, los niños siempre tienen la oportunidad de crear su propia oportunidad. En Ecuador falta empleo, cierto, pero no falta trabajo. Hay que hacer esto todos los días con los cuales el ciudadano tiene que comprometerse. Y seguramente con un compromiso de trabajo en el diario, vivir en la casa, en el barrio, seguramente lograremos triunfar y salir adelante. Porque le pusimos fe a nuestra propia vida. Hasta el próximo encuentro.

Vida y coraje. Lo que hay que defender es la patria que hay en cada yo. Sí, la patria es uno mismo. La patria está contenida en cada molécula de nuestro ser. Y hoy más que nunca tenemos que trabajar por nosotros mismos en mancomunidad. Interactuando con las otras milésimas de partidas que son los otros ciudadanos, no sólo de tu ciudad, no sólo de tu provincia, no sólo de tu país, sino de todo el mundo. La patria soy yo. Y esa patria, ese territorio es el que hoy más que nunca cada uno tiene que defenderlo, frente a los embates de aquellos que no tienen, que no tienen ni Dios ni ley. Hasta el próximo encuentro.

Decía mi padre que la mejor cátedra es la sed y el hambre. Y el Ecuador hoy vive un momento en que la vida nos vuelve a dar una cátedra. Una cátedra que lamentablemente los ecuatorianos y especialmente su dirigencia, por lo general, no le entiende. La crisis global nos lleva a un proceso austeridad. Donde la única forma de crecer es entendiendo lo sustantivo: que hay que gastar menos cada día para lograr los equilibrios necesarios de la sociedad. No lo digo yo, lo dice el presidente, el canciller alemán, y lo manifiesta igualmente las políticas de la Cuba, tan felicitadas por su grandeza. Es momento de las restricciones y de los esfuerzos. Y en mancomunidad, tenemos que aprender de esa cátedra que decía mi padre es vital. La sed y el hambre son la mejor cátedra. Hasta el próximo encuentro.

Hoy nos vamos a manifestar sobre la encumbración de la estupidez latinoamericana. América Latina y su mirada exótica, solo es una autodefinición para redimir tanta barbarie andino tropicalizada. Argentina vive su más oscura faceta. El alma poética, el populismo sigue en su máxima degradación. Extenuada y agónica, se ha montado casi toda América una tienda de globos de ensayo ideológicos. Sin lograr una mínima síntesis de largo alcance entre todo tipo de ideas, que de buena fe nos han gobernado. Pálidos y agónicos, este primer cuarto de siglo lleno de violencia económica y sexual, como en Nicaragua o en Cuba. Mostrando en lo cotidiano que América Latina no tiene profundidad filosófica, social ni económica, y que la superficialidad reina por estos lindes. Ad seculorum. Hasta el próximo encuentro.

El amor viene y va, en tanto el odio es un suplicio que vive en su propia borrachera. Y hoy el Ecuador, el suyo, el mío, el nuestro, ha sido abordada por unos niveles de odio y criminalidad que nos han dejado postrados. La gente inmovilizada, pensando que salir a caminar es un riesgo elevado. Espero que esta guerra declarada por el presidente Novoa tenga las consecuencias. Es decir: los suficientes delincuentes muertos, heridos o rendidos. Si no, la guerra no va a terminar. Y se transformará en Ecuador en un campo de batalla de largo plazo. Hasta el próximo encuentro.

Me voy a permitir recordar una frase que encontré de un autor anónimo: “Entre las humanas musarañas existenciales, no hay más que una sumatoria y humanos deseos por prostituir todo“. Verdad que todos ven, más nadie lo entiende. Y es que realmente la humanidad tiene un grado de perversión muy elevado. Y en la medida en que se desanclan los pivotes éticos, la perversión humana se acrecienta. Los asesinatos que hemos vivido, que hemos escuchado o visto, tienen un nivel de alevosía terrible. Una perversión de un volumen que asusta. Pero quizás como todo este contacto se ha transformado en una realidad virtual, no tangibilizamos, no materializamos la muerte con una realidad que nos estás echando día a día. No sólo a los familiares de 7.500 muertos que hubieron el año pasado, más los 500 que ya van este año. Nos acecha alrededor de su barrio, en el que vive en Bellavista como el que vive en la Martha Roldós. El que vive en el suburbio este o oeste, en el Guasmo o en la Trinitaria, o en los barrios con cercas de cristal como quienes vivimos en Samborondón. Por eso, amable radio escucha, descifra esta verdad y aprende a cuidar tu entorno. Hasta el próximo encuentro.