El otro día me compartían un vídeo titulado “Tu amiga la seca”. Se trata de una parodia en la que una mujer está dispuesta a dejar el coche a un amigo, e ir ella caminando varios kilómetros hasta su casa, o prestarle todo su dinero, demostrando ser una persona detallista y muy generosa. Sin embargo, cuando el hombre quiere expresar su gratitud, ella lo rechaza de forma brusca, evitando cualquier gesto de afecto o restando importancia a la ayuda prestada.
Seguro que en tu entorno hay mujeres y hombres así: personas que se desviven por sus seres queridos, que no escatiman tiempo ni recursos a la hora de ayudar. Son las primeras en ofrecerse como voluntarias, se anticipan a las necesidades de los demás y se muestran infatigables en la tarea de cuidar. A muchas las podemos encontrar trabajando con niños, mayores, enfermos, personas con discapacidad…