La bacteria que originó la Peste Negra que mató a decenas de millones de personas en Europa durante la Edad Media todavía sigue activa en algunas zonas del mundo como Madagascar, China, Estados Unidos, Brasil o Perú. El científico costarricense Javier Pizarro-Cerdá del Instituto Pasteur ha descubierto, junto a otros investigadores, que las personas que sobrevivieron a la peste tenían un gen de resistencia a la bacteria en su sistema inmunitario y este gen se ha transmitido hasta hoy.