Los últimos hechos de violencia que han sacudido al país modificaron por completo la agenda del Gobierno pese a la reciente aprobación del proyecto de 40 horas laborales. Una oportunidad para que las autoridades apunten más alto en contra del crimen organizado, el narcotráfico y toda la industria ilícita que hay tras este fenómeno delictivo donde nadie ha caído si hablamos del lavado de activos y la ruta del dinero. Aquí un análisis de Nibaldo Mosciatti y Néstor Aburto, en Causa y Efecto.