Eduardo Sartelli, en su columna semanal en Código de Barras, habló sobre cómo se están conformando las alianzas y reagrupamientos políticos de cara a las próximas elecciones. Actualmente, contamos con 3 agrupamientos políticos: el kirchnerismo, el macrismo y la izquierda.
El primero de estos, se dispersa por su fracaso. Muchos tienen en mente la idea de que con “la jefa” ganan, que la Provincia de Buenos Aires enteramente la vota. Otros consideran que con Cristina a la cabeza se va a una derrota tremenda y que el instrumento que los cobijaba (Alberto) como una forma de obtener un lugar bajo el sol kirchnerista, no sirve.
Por su parte, el universo PRO ha logrado cerrar filas, por lo menos hasta ahora, incorporando a su universo al tercero en discordia: “el mundo Espert/Centurión”. Ahora, lo que tiende a dispersar este polo es la aparición de mucha gente que da por sentada la victoria y que pretende repartir las cartas de otra manera frente a un hecho bastante claro. Empieza a empiojarse una interna que debiera a esta altura del partido estar mucho más ordenada al margen de que tiene que resolver un montón de problemas que son propios de esa coalición.
En la otra punta, tenemos al tercer agrupamiento: la izquierda. Esta se encuentra encandilada con que actualmente hay un giro a la izquierda en las masas. Y la ilusión de la izquierda puede capitalizar este viraje. Esto es algo que lo hemos escuchado decenas de veces. Lo que dispersa a la izquierda es lo que se supone que es el remedio, es decir, la conciencia del fracaso de cosechar votos kirchneristas “haciendo kirchnerismo” y que se expresa sobre todo en la ruptura interna del PO y en la del propio FIT por la discusión de las candidaturas en torno a las PASO.