Las familias en dificultades para pagar su hipoteca pueden acogerse a este Código, promovido por el Gobierno en plena crisis, y al que se sumaron la mayoría de los bancos españoles. Entre otras medidas, las entidades suelen ofrecer una reestructuración de la deuda, aplicar una quita o incluso la dación en pago. Para poder beneficiarse tiene que tratarse de la vivienda habitual, los ingresos de la unidad familiar no pueden superar los 30.000 euros al año, la cuota mensual tiene que ser alto en comparación a esos ingresos y la familia tiene que estar en situación vulnerable, como tener un menor o una persona discapacitada a cargo.