La violencia en la región de La Araucanía y también en la provincia de Arauco (al sur de la región del Bío Bío) continúa siendo parte del paisaje diario al que deben enfrentarse quienes viven o trabajan en la zona. 

En paralelo, el Gobierno pareciera estar dando palos de ciegos con distintas medidas y señales confusas para intentar terminar con el conflicto. 

El último capítulo se escribió este fin de semana, cuando el delegado en la Macrozona Sur se vio obligado a renunciar tras una entrevista donde realizó desafortunadas declaraciones en contra de las Fuerzas Armadas.