Japón acumula una deuda pública que supera el 260% de su PIB, una cifra récord a nivel global.
En 2025, su economía se contrajo un 0,5% y perdió su puesto como tercera potencia mundial, siendo superado por Alemania.
El primer ministro japonés ha reconocido que la situación fiscal es peor que la de Grecia, aunque por ahora descarta aplicar recortes fuertes.
El país enfrenta un grave problema demográfico: una población envejecida que dispara el gasto público y reduce la mano de obra disponible.
Además, con un yen debilitado y gran dependencia de las importaciones, el coste de vida sigue subiendo para millones de ciudadanos.
Una combinación explosiva que pone en jaque la estabilidad de una de las principales economías del mundo.
Fuente: CESCE, El País, Investing