Epicteto nos dice que nadie puede obligarnos a aceptar un juicio que creemos que es incorrecto. Sorprendentemente, esto tiene innumerables aplicaciones en la vida cotidiana.

Séneca nos recuerda que, independientemente de las circunstancias externas, la única vida que vale la pena vivir es la de la virtud, y la única vida que hay que evitar es la dominada por el vicio.

Para que al menos no te pillen siempre por sorpresa.

Libera recursos mentales para a ver a los demás y para ocuparte de ellos.

Los insultos y las críticas son la mejor materia prima para trabajar la dicotomía del control.

Todos tendemos a imitar comportamientos, por eso Epicteto nos recomienda cuidarnos mucho de ciertos ejemplos.

Es buen momento para poner nuestra atención en mejorar nuestros diálogos con los demás y con nosotros mismos.

Más puede ser menos.

A partir de hoy nos planteamos un objetivo subyacente a todos los demás: mantener la calma.

Tras diecisiete propuestas para aprender a de desear mejor, cerramos la primera disciplina sobre la que Epicteto nos anima a trabajar. Os dejo el enlace a la canción que he comentado https://youtu.be/Bs-jN1EV0q0