El peor engaño es creerse sus propias mentiras. Algunos siembran odio y quieren cosechar amor, lo peor es que exigen recibir frutos de amor. Pablo nos dice, "no se engañen... lo que siembren cosecharán..."

La raíz de la enemistad contra Dios, tiene su origen en ser amigos del mundo, es decir su sistemas, como el consumismo, la avaricia, el adulterio y otros tantos malos que agobian a esta humanidad caída.

No podemos lograr ser hijos de Dios por poseer una religión, hacer buenas obras o profesar una filosofía de vida... Necesitamos una experiencia de conversión.

El simple hecho de ser humanos, nos coloca en este juicio. “Todos pecaron”. Esto sencillamente significa que hagamos o dejemos de hacer cualquier cosa, mientras no tengamos a Cristo y no estemos arrepentidos de nuestros pecados, estamos condenados al juicio eterno de Dios.

Dios tomó la iniciativa de amar y buscar al ser humano. Por naturaleza el ser humano está inclinado hacia el mal, y por iniciativa propia no busca a Dios, por lo que esa condición lo lleva a pecar y a rebelarse constantemente contra Dios. La salvación se obtiene solamente por la gracia de Dios y la respuesta humana a esa gracia.

Dios jamás cambia, lo que dijo desde el principio, así será. Dios no es como el hombre que cambia constantemente, de acuerdo a sus circunstancias. Él Fue, Es y Será. Su Palabra atestigua de esto, por lo tanto su Palabra es la verdad absoluta.

Debemos leer y estudiar la Biblia porque es totalmente confiable y sin error. La Biblia es única entre muchos otros libros de ciencia, tecnología, moral o ética.

Debemos leer y estudiar la Biblia simplemente porque es la Palabra de Dios para nosotros...

Han pasado miles de años...todavía no hay nadie que pueda dar evidencia que la Biblia sea falsa. Sin embargo, hay tanta evidencia de personas y  de culturas enteras que demuestran el poder que ésta tiene para transformar las vidas de los que la creen y la viven. La Palabra de Dios, la Biblia sigue siendo eso LA BENDITA PALABRA DE DIOS.

¿Porqué muchos cuestionan la Palabra de Dios? ¿En qué momento la han leído? ¿Porqué dudan sin haberla experimentado?

Estas y otras preguntas en nuestra nueva serie de Momentos con la Palabra.