Hoy, desafío a los que están escuchando este episodio, que analicen seriamente que la enemistad contra Dios nos trajo enemistad contra nosotros mismos, contra nuestra familia, nuestra sociedad, nuestra naturaleza. ES DEMASIADO OBJETIVO PARA NEGARLO. No tenemos que ser sociólogos, teólogos, o grandes eruditos para entender esta situación.