Todos tenemos una fuerza interior con la que puedes conectarte en momentos en los que te sientas vulnerable, con dificultades, y estás que no te encuentras con fuerzas ni solidez, sino todo lo contrario. ¿Qué pasaría si imaginas que eres una montaña? o mejor si sientes que eres como esa montaña sólida y fuerte. Si ves que eres como esa montaña, podrás conectarte con tu propia fuerza ¿no está mal, verdad?
Cuanto más practiques, más estable, presente y fuerte estarás!