Cuánto tiempo hace que no comparto un audio contigo... Llevo meses sumergida en mis rutinas, en mi familia, en mi trabajo. Sin casi salir de casa debido a la pandemia, resguardada del frío del clima de montaña, anhelando a que llegue la primavera.
Han sido meses de instropección, pero hoy alguien me ha recordado que no puedo dejar de lado mis sueños, que no puedo esconderme del mundo y esperar a que llegue el momento perfecto para reaparecer, renacer, compartir, aprender. Que no puedo esperar a la primavera, al buen tiempo, para retomar mis buenos propósitos de año nuevo. Que el momento perfecto siempre es ahora, no mañana.
Así que hoy regreso y lo hago con una sesión que invita a respirar con amplitud y a conectar de nuevo con uno mismo y con este momento. Porque al final, nuestra vida se forma con una sucesión de momentos presentes, no con los planes intangibles del mañana.