Actualizamos la información a esta hora de la mañana contándoles que el exjefe del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia, José Miguel Basset, ha asegurado en su comparecencia ante la Diputación que la alerta a la población durante la riada del 29 de octubre no se retrasó por la ausencia del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ya que este no tenía responsabilidad en el Plan de Emergencias.
Basset es el primer técnico en hablar públicamente sobre la gestión del desastre, y confirmó que la decisión de activar el sistema ES-Alert se tomó cuando la Confederación Hidrográfica del Júcar advirtió del posible colapso de la presa de Forata, y no por el barranco del Poyo, donde más tarde se concentraron las víctimas mortales.
También explicó que la validación del mensaje de alerta dependía del Gobierno central, del de Pedro Sánchez, aunque esta afirmación ha generado controversia en la propia compareceencia.
En cualquier caso, José Miguel Basset defendió la actuación de los bomberos, asegurando que se realizaron inspecciones en el barranco del Poyo y el río Magro, pero en esos momentos no se detectó peligro inminente.
Afirmó que la DANA fue «inabarcable» y que su magnitud no se comprendió hasta el día siguiente, cuando se vió el desastre.
Su testimonio, por tanto, avala la versión oficial de la Generalidad Valenciana, que niega negligencias en la gestión de la emergencia, aunque sigue sin aclararse por qué se tardó tanto en emitir la alerta.