Una de las parábolas que mejor ilustran el corazón del evangelio es también una de las peor llamadas... "del hijo pródigo". La historia nos habla de un padre humillado y maltratado por sus hijos, nos muestra las distancias físicas, emocionales y espirituales de cada uno de los dos hijos, el menor y el mayor. Un relato que denuncia la tierra que ponemos por en medio cuando se trata de rechazar a un padre que se prodiga en amor, en paciencia, en gracia, en generosidad... todo por amor a sus hijos.